Captura de uno de los momentos del programa 'El Hambre Invisible' en Twitch en el que se habla del divulgador científico Pakozoico, profesor del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I.
12 de enero de 2021. El primer programa del año 2021 de ‘El Hambre Invisible’ en Twitch, presentado por Laura González Marqués (@lauragm90) ha tenido como invitada a Susana Sarmiento (@susanasarm), profesora del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I. La cita fue el pasado 11 de enero a partir de las 22:00 en streaming para hablar sobre ‘Atapuerca y la Divulgación Científica’.
Susana Sarmiento explicó el impacto que tiene la divulgación científica en la población ya que transmite, de una manera sencilla, conocimientos complejos. Para la profesora universitaria, una red de ciencia no es lo mismo que una red social. ‘A la hora de acercarse a los conocimientos científicos a través de las redes sociales, hay dos tipos de perfiles: los divulgadores científicos y los propios científicos’, explica Sarmiento, quien aconseja a las personas curiosas e interesadas en este conocimiento, que se sumen a páginas académicas especializadas, como CESEDEN (del Ministerio de Defensa) o Academia Edu. Pero también propuso seguir los debates científicos en Twitter ‘donde hay hilos muy interesantes con intensos debates de tú a tú, con cada divulgador o científico relevante’ o a través de YouTube. Y añadió que Twitch está despuntando como una plataforma de referencia que ha superado los 10 millones de usuarios en todo el mundo y ‘acabará siendo también un lugar de ciencia’, matiza.
Sarmiento destacó su labor como profesora del Máster en Divulgación Científica: imparte la asignatura de ‘La divulgación científica en los diferentes medios’. La profesora universitaria explicó que ‘es un máster que dirige Marcos Terradillos, en el que también están divulgadores científicos como Beatriz Robles, boticaria García o Luis Quevedo’.
Durante el programa, Susana Sarmiento propuso a los followers del programa algunos de los divulgadores científicos con mayor tirón hoy en día, entre los que están algunos de sus compañeros en el Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I. Sarmiento hizo referencia a Marián García, más conocida como ‘boticaria García’, con 75.000 seguidores en Facebook o 69.800 en Twitter; Beatriz Robles, con 21.300 seguidores en Twitter y 4.300 en Facebook; Luis Quevedo, con 377.000 en Facebook, 33.700 en Twitter, más de 6.100 en YouTube o Francisco Gascó, seguido en redes como ‘el pakozoico’ que tiene más de 80.600 seguidores en YouTube, 19.600 en Twitter o casi 5.000 en Facebook. Pero también sugirió seguir a otros divulgadores científicos como Clara Grima, en matemáticas; Conchi Lillo, en neurociencia o Gemma del Caño, con Farmagemma… ‘hay muchos científicos a los que seguir en redes sociales, aunque lo importante es aplicar el pensamiento científico en la divulgación científica para ser críticos con aquello que nos cuentan y poder conocer las fake news o las pseudonoticias’, destaca.
La historia de Atapuerca
El proyecto Atapuerca se conoce como yacimiento desde finales del siglo XIX. Susana Sarmiento comentó como anécdota que los novios de la zona tenían la costumbre de bajar a la sima de los huesos para ‘coger un colmillo de oso y regalárselo a sus novias, como un rito de masculinidad’. En 1950 el grupo espeleológico Edelweis comienzan con la cartografía la cueva y en 1976 descubren la Galería del Sílex, que tiene pinturas prehistóricas. En ese momento, Trinidad Torres encuentra una mandíbula humana y llama a Emiliano Aguirre que asumirá la dirección de las excavaciones hasta 1991, año de su jubilación. Es entonces cuando los actuales codirectores Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro asumen la responsabilidad de los trabajos de Atapuerca. En 1997, el trabajo de divulgación científica realizado en Atapuerca recibe el premio Príncipe de Asturias y dos años después se crea la Fundación Atapuerca que hoy en día tiene más de 300 especialistas de 22 países y más de 30 disciplinas de trabajo diferentes.
La Fundación Atapuerca
A través de la Fundación Atapuerca se conceden ayudas económicas a los investigadores para que completen sus tesis doctorales o proyectos posdoctorales porque desde su nacimiento, la fundación no se dirigió solamente a coordinar las visitas a los yacimientos, los museos o las aulas de interpretación.
Los profesionales que trabajan en Atapuerca tienen diferentes perfiles científicos y así, son necesarios geólogos (que definen cómo puede ser la cueva antes de empezar el trabajo), arqueólogos (que realizan la excavación), geo cronólogos (que datan los restos), taxónomos (que definen a qué animal pertenece un resto de hueso), informáticos (que coordina los datos informatizados de la cuadrícula de la excavación), matemáticos (para las estadísticas), genetistas (para extraer ADN de los huesos)…
Susana Sarmiento explicó que el trabajo que se realiza en los yacimientos durante los meses de verano se divide en dos partes: por las mañanas se distribuye el trabajo de campo a los yacimientos para que cada arqueólogo acceda a su cuadrícula de excavación y por las tardes se procede a una primera clasificación que se centra en el trabajo en los laboratorios, para asegurar la conservación de lo recogido por la mañana. En el trabajo de laboratorio ‘están implicados muchos profesionales de diversas áreas, como los restauradores, que garantizan que no se pierda ninguna información importante’, explica.
El material que se recoge durante el mes de excavaciones servirá para trabajar a lo largo de todo el año en los diferentes centros de investigación. La gran cantidad de restos encontrados en Atapuerca permite abrir un amplio número de vías de investigación, apoyadas tanto por el Ministerio de Ciencia, a través de proyectos. La Junta de Castilla y León, por su parte, apoya económicamente las excavaciones.
Presentación de la invervención de Susana Sarmiento en el programa de Twitch