La Defensora Universitaria velará por el respeto a los derechos y las libertades académicas de los profesores, estudiantes y personal de administración y servicios, ante las actuaciones de los diferentes órganos y servicios universitarios. Actuará con independencia y autonomía de todos los otros órganos e instancias de la Universidad.
Será elegido por más de la mitad de los miembros presentes en sesión del Claustro de la Universidad válidamente constituida, por un mandato de cuatro años, entre profesores doctores universitarios en servicio activo y con dedicación a tiempo completo en la Universidad, y será nombrado por la Defensora de la Universidad.
Atenderá las quejas que se le presenten firmadas por el interesado, en escrito razonado. Previo un proceso de mediación, cuando se trate de conflictos entre intereses personales, promoverá la oportuna investigación sumaria e informal para el esclarecimiento de la denuncia, dando conocimiento al órgano universitario de aquélla, quien deberá prestarle la colaboración precisa para el desempeño de sus funciones. Rendirá un informe por cada curso académico al Claustro de la Universidad y a la Defensora, el cual los elevará al Consejo de Gobierno y al Consejo de Administración.
En ningún caso intervendrá la Defensora universitaria en asuntos extraños al orden académico, ni en relación con los que se haya interpuesto recurso jurisdiccional o en procedimientos electorales.