Sergio Cañas durante la conferencia sobre la Fiesta de San Bernabé.
14 de septiembre de 2021. Bajo el título ‘La fiesta de San Bernabé en perspectiva histórica (1521-2021). Historia, memoria y conmemoración’ el historiador Sergio Cañas Díez, profesor del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte de la Universidad Isabel I, presentó la semana pasada una conferencia en la Biblioteca Rafael Azcona, reinterpretando la fiesta de San Bernabé en su V Centenario. El docente de la Universidad Isabel I analiza estos hechos dentro del V Centenario del Sitio de Logroño de 1521: un episodio de la historia riojana que explica ‘la evolución histórica de la fiesta de San Bernabé a lo largo de los 500 años que nos separan del hecho que la originó. Este hecho se explica desde la perspectiva histórica, de la memoria y la conmemoración’, concreta Sergio Cañas.
La ciudad de Logroño sufrió el cerco del Ejército francés en 1521 y por su victoria lograda en el día de San Bernabé, ese hecho se tomó como un ejemplo de resistencia de la ciudad y sacrificio de sus habitantes en apoyo del emperador Carlos V. A la sazón rey de Castilla, Aragón y Navarra. Durante apenas una semana, aunque la tradición y el mito apunten a que fueron 21 días, las tropas franco-navarras que apoyaban los intereses del rey Enrique II de Navarra dirigidas por André de Foix, general del rey Francisco I de Francia, intentaron llegar a tierras de Castilla atravesando la capital riojana, tras la recuperación del reino de Navarra que había sido conquistado previamente por los reyes castellano-aragoneses en 1512. En 1521, aprovechando la incertidumbre que la revuelta comunera había causado en Castilla y la resistencia que en ese sentido todavía presentaba la ciudad de Toledo, Logroño estuvo a punto de caer al ser asediada por unos 8.000 soldados franceses y navarros. Pero los 3.000 soldados que se guarnecieron en la ciudad riojana y los refuerzos castellanos que llegaron en socorro de Logroño finalizaron con el sitio de Logroño y obligaron al Ejército francés a pasar al otro lado del río Ebro. Estos hechos ocurren entre la noche del 10 y el 11 de junio de 1521, fiesta de San Bernabé, según el calendario católico.
Recompensa de Carlos V
De cara a recompensar su esfuerzo Carlos V quiso premiar a los logroñeses por su valentía al obtener el triunfo frente al cerco francés y por ello ordenó añadir la flor de lis al escudo de la ciudad. Por su parte las autoridades municipales consideran desde entonces a este santo como benefactor y protector de la ciudad y por ello ya en 1521 es nombrado patrón de Logroño. Además solemnizaron lo ocurrido mediante un voto solemne y de carácter perpetuo firmado en 1522, el conocido como Voto de San Bernabé, por el cual la ciudad de Logroño se comprometió a conmemorar la liberación de la ciudad con una fiesta anual que se realizaría cada 11 de junio.
Esta fiesta, que ha modificado su programa de actividades en función de la sensibilidad e intereses de las distintas sociedades logroñesas que han poblado Logroño en los últimos cinco siglos, se ha celebrado prácticamente de manera ininterrumpida desde hace 500 años, excepto entre 1808-09 y en 2020-21. ‘Se convierte así en una fiesta con una larga duración que conmemora un fenómeno histórico original, como festividad histórica o cívica y religiosa’, subraya el historiador de la Universidad Isabel I. Para Sergio Cañas la importancia histórica de esta fiesta es manifiesta: ‘ha generado durante siglos una identidad colectiva local y logroñesa, a través de una celebración lúdica con tintes cívicos y religiosos’.
Actividades de recreación histórica
La ciudad se ha volcado en la escena histórico-memorial que ha ido cambiando a lo largo de los siglos y adaptándose al gusto de la sociedad en cada coyuntura histórica, ‘llegándose incluso a inventar tradiciones que nada tienen que ver con el espíritu original de las fiestas como la práctica de la colocación del arco de San Bernabé o el reparto de pan, peces y vino’, subraya Sergio Cañas. En cambio se han sustituido o dejado de realizar actividades que figuran en el Voto de San Bernabé, como el reparto de comida por parte de las autoridades locales a los pobres de la ciudad o la realización de una misa en memoria de los caídos en 1521. En los últimos años, las novedades más importantes han sido la realización de un mercado renacentista y los grupos de recreación histórica que ponen luz y color a una fiesta con cinco siglos de antigüedad.
Sin duda alguna la conjunción de los esfuerzos municipales, tanto de los miembros de las corporaciones municipales como de la ciudadanía logroñesa han tenido éxito, ya que en 2015 la Fiesta de San Bernabé fue declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.