Acto de clausura del V Centenario del Movimiento Comunero al que acudió el Rector de la Universidad Isabel I.
20 de septiembre de 2021. Alberto Gómez Barahona, Rector de la Universidad Isabel I, acudió el viernes a las Cortes de Castilla y León para participar en el acto de conmemoración de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMYP) de España, que se ha articulado como el acto de clausura del V Centenario del Movimiento Comunero. También acudieron Alberto Romero Molero, Vicerrector de Ordenación Académica y Eduardo Fernández García, profesor del Grado en Ciencias de la Seguridad, como miembros del Comité Científico Asesor del V Centenario del Movimiento Comunero.
Imagen de una de las lecciones magistrales.
El acto ha comenzado con la intervención de Luis Fuentes Rodríguez, presidente de las Cortes y la Fundación Castilla y León, quien explicó las razones por las que tuvo lugar hace 500 años la sublevación del movimiento comunero, desde el punto de vista de la organización política y social. El movimiento comunero tuvo lugar, en un primero momento en las ciudades, como una confrontación política frente a Carlos I, que quería imponer sus deseos monárquicos tras llegar a España desde Flandes donde vivió los primeros años de su vida.
Para los comuneros, el monarca debía gobernar sin imposiciones. Las ciudades fueron las primeras en iniciar esa rebelión como respuesta a las exigencias del rey que exigía mayores tributos, a lo que se sumó el reparto de los oficios del reino a los ‘extranjeros’ (venidos de Flandes) y que los flamencos no pudieran sacar del reino la moneda en oro y plata de España. El pueblo fue ‘quien sostuvo el movimiento y la alta nobleza se posicionó hacia el rey Carlos I’, matizo Luis Fuentes.
Luis Fuentes Rodríguez.
Hay que plantearse el aspecto de que la corona de Castilla había conseguido grandes triunfos como la conquista de Granada, la expansión hacia el norte de África, el descubrimiento de las Indias Occidentales o el viaje de Magallanes para dar la vuelta al mundo. Además, desde la muerte de Isabel la católica, tuvo lugar una inestabilidad política que generó pesimismo, ruptura social y la incógnita de un nuevo rey, que no conocía España, unido a malos años de cosechas, promovieron las reivindicaciones al nuevo monarca.
El levantamiento, políticamente, ‘fue un movimiento frente a unas exigencias económicas y políticas que quiso imponer el rey Carlos, por quienes sustentaban entonces la corona’, destacó Luís Fuentes. Para los comuneros, ‘la soberanía del pueblo estaba en esas Cortes y los comuneros lucharon por ejercer las libertades con un pacto de concordia entre todos los habitantes del reino, limitando el poder del rey’, explicó el presidente de las Cortes. Entonces, ¿Por qué se produce el fracaso del movimiento comunero? No hubo una vía legal para replantear ese poder legislativo.
Benigno Pendás García, vicepresidente de la RACMYP, consideró este momento de la historia como una encrucijada. Los comuneros se adelantan más de un siglo a una forma mixta de gobierno, la fortaleza de las clases medias o la convocatoria automática de las Cortes, como alguna de las grandes ideas del movimiento. ‘El mundo cambió drásticamente y se pasó del Imperio en Aquisgrán a Tordesillas y ese imperio universal tuvo en los comuneros más una rebelión que una revolución’ subrayó Pendás.
Salvador Rus Rufino, comisario del V Centenario, definió en su discurso las claves por las que los españoles se enfrentaron en una lucha fratricida ante el gobierno de un nuevo rey. A su juicio, se generó una polémica hacia un nuevo concepto de monarquía. ‘Un rey de fuera, no comprometido con la legalidad de los territorios para poder realizar ese cambio con un reino que tiene una corona unificada. Se habla de integración, y se plantean las reivindicaciones como si no hubiera una corona’, concreta Salvador Rus. El comisario del V Centenario destacó que ‘solo 34 años después de Villalar, cuando Carlos I reúne a su familia, abdica y divide el reino entre su hijo (Felipe II) y su hermano (Fernando I), se produce la verdadera victoria de los comuneros’.
Salvador Rus. comisario del V Centenario del Movimiento Comunero.
Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, presidente de la RACMYP, destacó la relevancia de los comuneros como, por un lado, los padres de los liberales, (aunque fueron clases medias con pujos de nobleza) y por otro, con los tintes negativos que algunos historiadores les han tachado, al enfrentarse al poder regio. Para el presidente de la Real Academia ‘la verdadera historia de España debería ser de integraciones y no de superposiciones con una versión positiva’, aludiendo a una historia integral, fruto del esfuerzo de todos.
La clausura del evento corrió a cargo de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, quien destacó la vigencia del actual ideario comunero en la España contemporánea, debido al carácter precursor de sus propuestas. Fernández Mañueco subrayó el Movimiento Comunero como la primera revolución moderna, donde se definen las primeras nociones de la libertad política, la participación ciudadana y la igualdad social, 150 años de la revolución inglesa y 250 años de la revoluciones americana y francesa.
Presidente de la Junta de Castilla y León.
Fernández Mañueco, en su condición de político, reflexionó desde una perspectiva actual, sobre la Ley Perpetua de Ávila, que recoge en sus textos una auténtica reforma constitucional, con principios que tienen valores insólitamente actuales hoy en día como: el principio de la estabilidad, la separación de poderes, la soberanía popular, el control del parlamento o la libertad del reino y sus gentes.