Agente forestal.
9 de marzo de 2022. Iván González García, director del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, participará en el IX Congreso Internacional de Salud Laboral y Prevención de Riesgos que tendrá lugar entre el 23 y el 25 de marzo en Madrid. Iván González ofrecerá su ponencia en junto a los investigadores J. Rabal-Pelav, C. Cimarras-Otal, H. Gutiérrez, A.V. Bataller-Cervero y C. Berzosa de la Universidad de San Jorge, en la que el profesor González García también es investigador.
La ponencia se titula ‘Valoración de rangos de movimiento en trabajadores de prevención y extinción de incendios mediante acelerometría’. El trabajo que presentarán en el congreso se enmarca en la prevención de riesgos laborales de un agente forestal. Los autores del estudio consideran que la mayoría de los trastornos músculo-esqueléticos de un agente forestal no son consecuencia de un golpe o un traumatismo sino debido a una sobrecarga física sobre una determinada zona corporal.
El equipo del que forma Iván González García considera que “los principales riesgos ergonómicos en el trabajo de prevención y extinción de incendios forestales vienen asociados a la manipulación manual de las cargas, la realización de tareas repetidas y la adopción de posturas forzadas”. Las principales actividades de los agentes forestales en la prevención de incendios forestales son tareas de limpieza como construcción de cortes de fuego con azada o pulaski, la eliminación de maleza mediante desbrozadora o trabajos con motosierras.
Los autores de la ponencia consideran relevante que para prevenir dolores en las actividades repetidas se debe de buscar una alineación correcta previa a la ejecución de la tarea, ya que facilita un movimiento óptimo y un rendimiento mayor. “Los movimientos repetidos pueden alterar los tejidos blandos (músculos y ligamentos) y las estructuras óseas, debido a que la fuerza y la flexibilidad, se ven afectadas. De ahí la importancia de determinar los patrones de movimiento para evitar posibles dolores crónicos”, señalan.
Los objetivos de estudio se centran en realizar una valoración de los rangos de movimiento de las articulaciones principales durante la actividad laboral de un agente forestal y analizar los riesgos o trastornos músculo-esqueléticos en las tareas propias de un agente forestal.
Los investigadores realizaron un estudio piloto con un sujeto, registrando el movimiento de tronco, cuello, pelvis y extremidades superiores utilizando el acelerómetro triaxial Noraxon MyoMotion. Los datos fueron recogidos mediante un data logger y posteriormente descargados y analizados utilizando el Software MyoResearch 3.14.
Imagen del congreso.
Los autores de la ponencia explican que en los resultados en el análisis de la tarea realizada con motosierra “se observan los mayores rangos de movimiento en la abducción del hombro izquierdo, en la abducción del hombro derecho y en la supinación de la muñeca. La flexión lumbar se mantiene siempre positiva a lo largo de toda la tarea, llegando a una flexión entre 20º y 45º”.
Por su parte, en el análisis de la tarea realizada con desbrozadora, los rangos de movimiento son menores respecto a la tarea con motosierra. “Los mayores rangos de movimiento son en la flexión y la abducción del hombro izquierdo”, concretan los investigadores.
Mientras, en el análisis de la tarea de cortafuego, los mayores rangos de movimiento pertenecen a la abducción del hombro derecho y a la supinación de la muñeca derecha. Además, en el gesto que se realiza con el pulaski durante la tarea de cortafuego hay que destacar el nivel de rotación del hombro derecho.
Los autores de este estudio destacan que en la mayoría de las tareas de prevención de incendios se trabaja con el tronco flexionado durante un tiempo prolongado. “Sería conveniente realizar micro-pausas para colocar la espalda recta y erguida para evitar dañar la zona lumbar. Evitar la elevación de los brazos por encima de los hombros, sobre todo portando herramientas. Mantener las manos alineadas con los antebrazos y evitar los esfuerzos prolongados aplicando fuerza manual sobre todo en flexo-extensión y rotación de manos con peso”, recomiendan.
Igualmente, subrayan la relevancia del trabajo de los principales grupos musculares de las extremidades superiores que intervienen en las tareas desarrolladas: deltoides, dorsal ancho, redondo mayor, tríceps, abdominales y cuádriceps. Los movimientos de las tareas de prevención de incendios implican flexo-extensión y rotación de tronco. Dichos movimientos están localizados en la región abdominal, lumbar y pélvica.
Los ponentes matizan que el trabajo del Core sería fundamental en la prevención de futuras lesiones en trabajadores forestales, ya que gracias al fortalecimiento de la zona central del cuerpo, se evitaría posibles lesiones a nivel lumbar.