Metáfora de la propaganda.
6 de julio de 2022. El último monográfico de la Revista de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (RAE-IC) se dedica a la comunicación, propaganda y movimientos revolucionarios de la historia. Esta publicación ha incluido entre sus artículos el elaborado por Eduardo Fernández García, profesor de Historia de las Ideas Políticas y Económicas del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte y profesor del Grado en Ciencias de la Seguridad de la Universidad Isabel I
En su artículo titulado ‘De la comunicación a la propaganda en la agitación política de la Modernidad: legado para el mundo contemporáneo’ el profesor Fernández García analiza cómo se ha transformado la comunicación en propaganda a lo largo de todo el periodo contemporáneo. En España, este fenómeno alcanzó al lenguaje político “con una semántica moralizada de la política que aunaba el discurso virtuoso del gobierno y el relato dinástico. Lo hizo, tanto para la aculturización de la ideología regia como para la justificación de la resistencia a ella, desde la publicística hasta la insurrección armada”, comenta el autor en el resumen de su artículo.
El objetivo de su artículo destaca cómo ciertos tópicos y convenciones discursivas empleadas con alto rendimiento en la comunicación política para la movilización de masas, surgieron en la Modernidad, como preludio de la agitación propia de las sociedades en la Edad Contemporánea. La comunicación política tiene como finalidad, de manera simultánea, explicar, convencer, legitimar y movilizar. El trabajo del profesor Fernández García trata de analizar el conjunto de proposiciones que determinan cómo la comunicación se transforma en propaganda y sirve, de manera eficaz, para la movilización política, hasta quedar superadas por la dialéctica histórica del absolutismo, por lo que no volverán a plantearse hasta la Contemporaneidad.
El profesor Fernández destaca que “el paso de los escritos más elaborados hasta los pliegos y panfletos, los carteles y predicaciones encaminados a trasladar una idea moralizada de la política se forjó con un repertorio fijo de temas y tópicos, que representan el paso irreversible de la retórica a la comunicación”. Es en este momento en el que se produce una transformación definitiva del discurso político en relato, con la adecuación de la finalidad persuasiva y la diversificación de los tipos de mensajes que ya no desaparecen al estar trasladados al papel. Así, todos los mecanismos de comunicación que se activan con esta nueva forma de hacer política son utilizadas como “herramientas para la transformación política y la renovación profunda del lenguaje político de la razón de Estado y la soberanía”, detalla el docente.
En sus conclusiones, el profesor Fernández García considera que la comunicación política movilizadora no es un fenómeno reciente, aunque su capacidad para convocar al enfrentamiento contra el poder es un fenómeno que surge en la Modernidad. Con el surgimiento del Estado moderno aparece también una sistematización de la opinión pública y el desarrollo de los medios para convencer a la población, a través de forma oral o escrita. Es la imprenta el medio que “se convierte en un arma propagandística imprescindible en los movimientos armados contra el poder”, explica el profesor, a lo que añade que “no puede rescindirse a la Modernidad este fenómeno con el que se pretende entender el papel movilizador y legitimador de la propaganda desde la cultura política más que desde las ideologías”, concluye el docente de la Universidad Isabel I.