Chica eligiendo fruta en el supermercado
3 de agosto de 2022. Beatriz Robles, profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Isabel I, ha escrito un artículo titulado ‘La importancia del sitio ¿Podrían los supermercados ayudarnos a comer mejor?. La docente explica en el artículo qué es el Ambiente obesogénico, es decir, cómo el entorno, las oportunidades y las condiciones de vida influyen en la obesidad de una persona o una población.
La nutricionista explica en sus conclusiones que “en nuestras elecciones alimentarias son libres, no estamos obligados a elegir comida que no es saludable, pero las personas estamos condicionadas por cientos de factores, también por lo que vemos en el punto de venta. Se trata de ser conscientes de ello, y de que nos lo pongan un poquito menos difícil”.
La docente de la Universidad Isabel I hace referencia a un estudio de tendencias del consumidor del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, “los supermercados también contribuyen a un ambiente obesogénico”. El estudio calcula que más de la mitad de las decisiones de compra que se hacen en los supermercados, no son planificadas.
Para saber cómo afectan las modificaciones de los entornos físicos en las elecciones relacionadas con la salud, se ha desarrollado una herramienta, definida por la Revista Nature Human Behaviour como ‘Typology of interventions in proximal physical micro-enviroment’ (TIPPME), que clasifica las intervenciones que pueden hacerse sobre el producto, los objetos cercanos y el ambiente en general. Dichas intervenciones se pueden diferenciar en dos categorías: por un lado, los emplazamientos en el supermercado; las acciones sobre cómo eliminar o incluir productos para reducir o incrementar las categorías; la variedad o número de productos ampliando el espacio que ocupan algunos de ellos en las estanterías. Por otro lado, se analizan las propiedades del producto, las modificaciones sobre su funcionalidad, la forma en que se utiliza, el diseño o la presentación.
Beatriz Robles alude también a un estudio recién publicado sobre la alteración de la ubicación de los productos para crear un diseño más saludable en los supermercados ofrece una posible explicación de porque las estrategias de crear un entorno más saludable en los supermercados no tienen el impacto esperado cuando se lleva a la práctica. “El hecho de ampliar la zona de frutas y verduras y acercarlas a la entrada, así como la retirada de productos insanos de zonas más visibles, tiene un efecto positivo para la salud, pero el marketing de los productos insanos aparece en todas partes dentro del supermercado, y finalmente, hace que acaben en los carros”, subraya la divulgadora científica y dietista.