Pareja practicando yoga.
28 de noviembre de 2022. ‘Estudio sobre las diferencias en la práctica de Actividad Física en función del sexo y la edad’ es el título del webinar que ha ofrecido Tamara Gonzalo Silvestre, profesora del Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Isabel I, en el III Congreso Internacional Nodos del Conocimiento 2022 que se ha celebrado en formato online al que han participado más de 1300 ponentes de 23 nacionalidades.
La profesora Gonzalo Silvestre reflexionó sobre los beneficios físicos y psicológicos que ofrece la práctica de la actividad física, ya que genera salud, bienestar y calidad de vida, además de prevenir enfermedades. Los estudios revelan que los hombres realizan más actividad física que las mujeres en todas las etapas de su vida, aunque, a medida que avanza la edad de las personas, disminuye su actividad física. Partiendo de esta hipótesis, el estudio expuesto por la profesora Gonzalo se realizó a 276 burgaleses de edades comprendidas entre los 18 y los 84 años, siendo una muestra equilibrada con 138 hombres y 138 mujeres. La media de edad para este estudio es de 34 años. El trabajo de investigación revela significativamente que “a medida que las mujeres se hacen más mayores aumenta su actividad física, aunque hay diferencias importantes en su incorporación a la actividad física respeto a los hombres”, destacó la docente.
Tamara Gonzalo señala que los roles sociales tanto de hombres como de mujeres han dificultado la incorporación de la mujer a la actividad física, por falta de tiempo para su cuidado personal. “Actualmente, la coexistencia de este modelo social con las políticas de igualdad de género ha hecho que los procesos de socialización sean más ambiguos, de forma que esta ambigüedad podría explicar, de alguna manera, la adquisición de un doble rol por parte de la mujer. Por un lado, la mujer sigue siendo la responsable principal del cuidado familiar y, por otro, se ha incorporado a la vida laboral, lo que podría limitar su tiempo para el autocuidado, y por lo tanto, de la actividad física”, matizó.
Cabecera del III Congreso Internacional Nodos del Conocimiento.
Otra de las razones que podrían explicar el hecho de que las mujeres practiquen menos deporte es porque en la escuela se reproduce una visión androgénica y sexista de la práctica deportiva. En este caso, “las actividades que se asocian a la fuerza o la resistencia son más activas o tienen más riesgo, como rugby, fútbol, boxeo, kárate, motociclismo…se pueden vincular al género masculino, mientras que las más tranquilas de ritmo, que ponen en marcha la flexibilidad, la elasticidad y coordinación como yoga, danza, baile, aerobic, voleibol, gimnasia rítmica… se podrían vincular al género femenino”, subraya la profesora. Así, la docente indicó que las mujeres realizan menos ejercicio porque perciben más barreras internas y externas que los hombres, entre las que destacan la falta de tiempo, influencia social, falta de energía, voluntad, recursos o habilidades.
El estudio presentado por Tamara Gonzalo reveló un resultado sorprendente, en contra de toda la literatura científica hasta el momento, ya que resalta el incremento de actividad física en las mujeres a medida que se acerca su jubilación, debido al aumento de tiempo libre que tienen las personas en este rango de edad. Las actividades en estas edades no son de mucha intensidad pero sí constantes. No obstante, cabe considerar el sesgo en la muestra ya que las encuestas se realizaron en centros cívicos y gimnasios o clubes deportivos, sobreestimando el porcentaje de personas que aumentan la actividad física en la tercera edad.