Hoy hablamos de... Joan Clarke, matemática y criptóloga
23 de enero de 2023. Amaya Martínez, Coordinadora del Grado en Ingeniería Informática de la Universidad Isabel I, nos acerca a la figura de Joan Clarke, una matemática brillante y criptoanalista, sin cuyas aportaciones, el resultado de la II Guerra Mundial podría haber sido diferente.
En medio de aquella guerra estaba la máquina Enigma, el sistema de códigos que utilizaban los nazis para comunicarse. Se trataba de un equipo electromecánico inventado años atrás y que los nazis mejoraron para codificar mensajes, con billones de combinaciones y códigos que cambiaban a diario y que eran propios de cada cuerpo militar y civil. “Eso hacia que el sistema de comunicación nazi fuese impenetrable e indescifrable, y, por tanto, sus pasos desconocidos por el enemigo” indicó Amaya Martínez.
Joan Clarke nació en junio de 1917 en Inglaterra y desde muy pequeña ya destacaba por sus aptitudes excepcionales en matemáticas. Consiguió una beca para estudiar matemáticas en el Newnham College de Cambridge. En 1940 acabó sus estudios, pero nunca obtuvo la licenciatura debido a que la Universidad de Cambridge, en esa época, solo se la concedía a hombres.
Gracias a su talento, uno de sus profesores, Gordon Welchman, se fijó en ella y en sus habilidades matemáticas y la fichó para trabajar en el ‘Government Code and Cypher School’ (Escuela Gubernamental de Códigos y Cifrados). Welchman era uno de los cuatro ilustres matemáticos reclutados en 1939 por el gobierno de Churchill para actividades de decodificación y descifrado de la denominada máquina Enigma.
‘Enigma’ disponía de un mecanismo de cifrado rotatorio que servía tanto para cifrar como descifrar mensajes hasta que el equipo liderado por Alan Turing, y al que pertenecía una única mujer, Joan Clarke, lo consiguió. “Identificaron miles de mensajes que a diario transmitían los alemanes por lo que se considera que su trabajo fue crucial en el desenlace de la II Guerra Mundial. Pero nuestra protagonista no lo tuvo fácil, fue discriminada durante años por ser mujer. Cobraba menos que sus compañeros, y en aquel tiempo, la figura de mujer criptoanalista no existía, por lo que la ascendieron a lingüista” explicó la Coordinadora del Grado en Ingeniería Informática de la Universidad Isabel I.
Ella misma recordaba con humor que rellenó el formulario con el título ‘Grado: lingüista, Idiomas ninguno’. El reconocimiento llegó en 1947 cuando recibió de la reina la Orden del Imperio Británico por su contribución en la defensa de la paz durante la II Guerra Mundial. Después de la guerra Clarke continuó trabajando en el ‘Government Code and Cypher School’ hasta su retiro en 1977, a los 60 años.
Los últimos años de su vida se dedicó a la numismática, afición en la que realizó interesantes investigaciones sobre monedas antiguas. Publicó varios trabajos sobre monedas escocesas del siglo XVI y XVII, que la hicieron merecedora del Stanford Saltus Gold Medal de la British Numismatic Society, uno de los galardones más importantes del gremio.
Joan Clarke murió el 4 de septiembre de 1996 en Headington, Inglaterra. Después de todo, actualmente seguimos sin saber las verdaderas dimensiones de sus logros, esperemos que podamos conocerlo algún día.