María Eugenia Álava con el libro de 'Luciérnagas al mediodía'.
19 de octubre de 2023. El poeta Saturnino Valladares afincado en Brasil, acaba de publicar su obra ‘Luciérnagas al mediodía’ o ‘Vaga-lumes ao meio-dia’, una obra escrita en español y traducida al portugués en la misma edición por Tenorio Telles, va por su segunda edición con Valer Editora.
La profesora María Eugenia Álava Carrascal, tutora de TFM del Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Isabel I y doctora en literatura comparada y estudios literarios por la Universidad del País Vasco, ha escrito el posfacio de esta oda al amor y a la trascendencia erótica del existir. Valladares realiza un recorrido por la tradición lírica con una inclinación hacia la sensualidad, siguiendo los pasos de Pablo Neruda, Federico García Lorca, José Ángel Valente, Carlos Drummond de Andrade o Claudio Rodríguez Fer.
La poesía de Saturnino Valladares inicia su andadura hace dos décadas y se enmarca en el escenario de los creadores jóvenes españoles que, después de la fiebre del Mayo Francés, adquirieron un nuevo compromiso hacia la rehumanización de la poesía, cada uno de ellos, desde un punto de vista ideológico-filosófico diferente. Estas obras se caracterizan por “la fragmentación del sujeto lírico, los correlatos objetivos, los monólogos gramáticos, el desplazamiento de la primera persona en la enunciación lírica”, explica María Eugenia Álava. Estos recursos literarios son opciones para transmitir universos personales que llevan al poeta a confluir en la idea de un ‘ser en el mundo’, matiza.
“La poesía de Valladares constituye un ejercicio de realismo crítico, autobiográfico a veces, que se yergue como signo dialéctico en mitad de una realidad histórica que acomete activamente y sin miedo”, añade la profesora Álava.
El poeta lucense, doctor en Humanidades y Servicios Culturales por la Universidad de Santiago de Compostela, es actualmente profesor en Manaos, en la Universidad Federal do Amazonas desde 2013. Esta obra se encuentra en el cénit de madurez literaria y “abarca constantes poéticas como la memoria fragmentada como alternativa al olvido; la responsabilidad individual frente a un mundo en constante transformación; el sentimiento elegíaco como compañero fundamental del hombre; el amor como fuerza reconstructora en un entorno hostil; o el erotismo como reducto de recogimiento personal, donde el sujeto lírico se (re)conoce”, añade María Eugenia Álava.
Este poemario gira en torno la construcción del mundo en torno a dos fuerzas: la que crea y la que destruye, en el eje amor-muerte. Y finalmente, “la voz poética se recompone en la memoria del sujeto lírico y se proyecta hacia la posibilidad de volver a ser, de evitar la muerte si el amor gana la batalla”, indica la profesora de la Universidad Isabel I.