El profesor Álvaro Bayón.
19 de enero de 2024. El profesor Álvaro Bayón, docente del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, destaca en un reciente artículo de divulgación científica publicado en la revista Muy Interesante, la influencia positiva y fundamental de los virus en la evolución humana. Contrario a la percepción común de los virus como meros agentes de enfermedad, el profesor Bayón expone cómo estos microorganismos han sido colaboradores esenciales en el desarrollo de características humanas, dejando una huella indeleble en el genoma y sistema inmunitario del ser humano.
La publicación científica de Bayón profundiza en la coevolución entre humanos y virus. El divulgador científico incide en la hipótesis de la Reina Roja, donde ambos organismos (virus y humanos) han evolucionado en respuesta mutua a lo largo del tiempo. Ejemplificando esta relación simbiótica, el profesor señala cómo ciertos virus han sido cruciales en la evolución del complejo mayor de histocompatibilidad, esencial en nuestro sistema inmunitario.
Bayón analiza la transferencia horizontal de genes, un proceso comúnmente asociado a bacterias, pero que también se ha dado en humanos a través de virus como vectores. “Este mecanismo ha sido clave en la evolución humana, con los virus actuando como facilitadores en la incorporación de material genético externo en nuestras células”, indicó el profesor.
Análisis de ADN.
El artículo resalta que hasta un 8% del genoma humano proviene de virus y cita las investigaciones de Linda Miller Van Blerkom. “Estos elementos virales endógenos no son meras secuencias inactivas, sino que juegan roles importantes en la regulación genética y procesos fisiológicos”, matiza el profesor. Curiosamente, algunos fragmentos de ADN viral son fundamentales en funciones vitales, como la formación de la placenta y la producción de inmunosupresores durante el embarazo.
El profesor Bayón revela la complejidad de la relación entre humanos y virus, mostrando cómo estos organismos microscópicos han sido indispensables en la adaptabilidad y supervivencia de nuestra especie, transformándose de agentes patógenos a partes integrantes y funcionales en la evolución humana.