Científico tomando muestras de la contaminación de un río.
26 de marzo de 2024. El biólogo y divulgador científico Álvaro Bayón, profesor del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, advierte sobre las consecuencias de la acción del hombre sobre los ecosistemas y la vida salvaje actuales. El científico hace un llamamiento urgente a la reflexión y la acción para conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que están en grave peligro. Lo hace a través de las páginas de la revista Muy Interesante.
El Antropoceno, que destaca el impacto del ser humano en la Tierra, ha acelerado cambios en los ecosistemas, dejando testimonio de transformaciones rápidas y, en muchos casos, irreversibles. Conceptos como 'Tecnoceno' o 'Capitaloceno' resumen la magnitud del impacto humano en la Tierra, llevando a una reflexión crítica sobre la responsabilidad de conservar y proteger la biodiversidad.
“Los efectos del cambio climático, la deforestación, la contaminación y la introducción de especies invasoras amenazan la supervivencia de especies y la diversidad genética. La acidificación y el aumento de temperatura en los océanos comprometen los arrecifes de coral, mientras que la destrucción de humedales afecta la filtración de agua y la vida de numerosas especies”, explica el profesor Bayón en su artículo.
Impactos irreversibles
Aunque algunos impactos son irreversibles, el profesor de la Universidad Isabel I, destaca la necesidad de adoptar un enfoque multidimensional que incluya el decrecimiento económico y la acción colectiva. La propuesta de decrecimiento, liderada por el profesor Jason Hickel, busca reducir la huella ecológica mediante la disminución del consumo y la producción excesiva, promoviendo una economía más sostenible y equitativa.
“La acción humana individual y colectiva desempeña un papel crucial en la construcción de un futuro sostenible”, argumenta Bayón. Cambios en los hábitos de consumo, participación en movimientos ambientales y la concienciación sobre la sostenibilidad son esenciales. Sin embargo, el profesor destaca que ciertas grandes empresas son las principales causantes de estos problemas, y su transformación hacia prácticas más sostenibles es indispensable.
La implementación de políticas públicas que promuevan la sostenibilidad y el decrecimiento también se considera fundamental. “La inversión en energías renovables, el desarrollo de infraestructuras sostenibles y la transformación de modelos urbanísticos y de transporte son medidas necesarias. La colaboración internacional y el compromiso político se perfilan como clave para asegurar soluciones globales que protejan y restauren los ecosistemas para las generaciones futuras”, matiza en las conclusiones de su artículo.