Iván González, director del Grado en CAFD y José Luis Hernández Davó durante el webinar.
24 de mayo de 2024. Bajo el título "La implementación de la incertidumbre dentro de la preparación física del tenista", impartida por José Luis Hernández Davó, se ha llevado a cabo la segunda sesión del ciclo de conferencias de Preparación Física organizado por la Universidad Isabel I. Hernández Davó, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Máster en Alto Rendimiento Deportivo y Doctor en Ciencias del Deporte, explicó cómo los entrenamientos pueden optimizarse si se incluye la variable de incertidumbre en los ejercicios.
A pesar de que el tenis es un deporte abierto, la mayoría de los ejercicios de preparación física de los jugadores son tareas cerradas. En esta conferencia, Hernández Davó ofreció ejemplos prácticos sobre cómo implementar tareas abiertas con distintos grados de incertidumbre para trabajar la fuerza, la agilidad, la pliometría y el core.
Así, los requerimientos físicos del tenis, en función de las pistas de cemento o tierra batida, los esfuerzos son entre 4 y 10 segundos. El descanso entre puntos es de 20 segundos por normativa. La distancia que recorren entre golpes es de 3 metros y, por puntos recorren entre 8 y 15 metros. Por tanto, es necesario tener potencia, velocidad, agilidad y fuerza, con movimientos violentos y explosivos, y no tanto trabajar la resistencia.
En la literatura científica se aseveran estos principios. El entrenamiento interválico de alta intensidad puede mejorar la velocidad o la resistencia de los jugadores; el entrenamiento pliométrico puede ayudar en el rendimiento físico; o cómo el trabajo de fuerza de diferentes metodologías (isoinercial, máquinas guiadas…) ayudan a optimizar el rendimiento.
Hernández Davó explicó que tras su investigación ha podido comprobar que “estos estudios se alejan de la realidad competitiva de este deporte, que tiene altos niveles de imprevisibilidad y es bastante cambiante, por lo que no se asemeja a la realidad del juego”. Añadió que la incertidumbre tiene un papel mediador en los niveles de estrés y es determinante en el aprendizaje y la función adaptativa.
Ejemplos prácticos
El ponente presentó una serie de ejemplos prácticos para trabajar la incertidumbre en los ejercicios de fuerza, agilidad, pliometría y core. Para los ejercicios de fuerza, se propuso trabajar no solo el desconocimiento de la carga a desplazar, sino también la aplicación de perturbaciones inesperadas y la modificación de la tarea y la direccionalidad de la acción. En el entrenamiento pliométrico, las variables incluyeron modificaciones en la tarea, la direccionalidad, la lateralidad y la concatenación de diversas actividades.
“Desde mi experiencia práctica, este tipo de ejercicios generan mayor motivación en los jugadores, algo que es sumamente importante en el entrenamiento”, indicó Hernández Davó. Para el entrenamiento del core, la incertidumbre se aplica a la tarea, la direccionalidad, la lateralidad y las combinaciones, provocando una mayor movilización de la musculatura. En el entrenamiento de agilidad, se deben considerar el número de acciones posibles, la concurrencia de estímulos, la disonancia de esos estímulos y las combinaciones de ejercicios.
En sus conclusiones, Hernández Davó señaló que “conocer y usar la incertidumbre ayuda en tareas de evaluación, prevención y optimización del rendimiento”, subrayando que las tareas de incertidumbre representan un mayor desafío cognitivo, lo que genera mayor atención y motivación durante los entrenamientos.
Sigue el webinar completo en el siguiente enlace.
Descubre el resto de las sesiones del ciclo:
El entrenamiento de la cantera del Real Valladolid con Silvia Mesonero