puente de Alcántara en Cáceres

31 de julio de 2024. El Puente de Alcántara, uno de los puentes romanos más emblemáticos del mundo, ha sido un Monumento Nacional de España desde 1924. Construido hace casi dos mil años, este puente ha soportado el desgaste del tiempo y la intervención humana, requiriendo diversas rehabilitaciones a lo largo de los siglos. La más significativa fue la realizada por el ingeniero Alejandro Millán entre 1856 y 1860, después de que uno de sus arcos fuera demolido en 1810.

Durante una reciente visita al puente, los expertos observaron áreas reforzadas con hormigón. La geometría y configuración de la armadura en estas zonas sugieren una intervención antigua, posiblemente contemporánea a la restauración de Millán. De confirmarse, esta sería la primera aplicación de hormigón armado en España y una de las primeras en el mundo. Este estudio busca actualizar la intervención y validar esta hipótesis. Así se recoge en un artículo publicado por el profesor Alfonso Cortés-Pérez, docente del Máster en Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad Isabel I, en colaboración con Juan Pedro Cortés-Pérez, Mario Núñez-Fernández y Montaña Jiménez-Espada, en la revista Case Studies in Construction Materials.

Metodología de Investigación

Los autores del artículo señalan que se realizó un levantamiento 3D de las zonas rehabilitadas utilizando drones y escáner láser. Se llevó a cabo un análisis comparativo con los planos del proyecto de Millán y otros registros históricos. Además, se investigaron los archivos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para obtener información sobre las intervenciones del siglo XIX.

Historia del Puente y del Hormigón Armado

El Puente de Alcántara, situado en la provincia de Cáceres, fue construido entre 103 y 106 d.C. por el arquitecto romano Cayo Julio Lacer para cruzar el río Tajo. Con una altura de 47 metros y un arco de 29 metros, es uno de los puentes romanos más grandes del mundo y sigue en uso hoy en día.

complemento 1 del puente

Imagen del estudio realizado por el equipo del profesor Alfonso Cortés.

El hormigón armado, una combinación de hormigón y barras de acero, ha sido esencial en la construcción durante los últimos 150 años. Sus primeros desarrollos datan del siglo XVIII y principios del XIX, con contribuciones significativas de investigadores como John Smeaton y Louis Vicat. En España, la producción de cemento natural comenzó en 1835, y la de cemento Portland en 1898.

La primera aplicación conocida de hormigón armado fue realizada por Joseph Lambot en 1843, quien fabricó maceteros y otros elementos con mortero de cemento y alambre. En 1855, Lambot patentó el ferrocimento, un barco de hormigón con malla de acero.

Intervenciones en el Puente de Alcántara

El puente ha sido objeto de numerosas intervenciones a lo largo de los siglos. La intervención más significativa del siglo XIX fue la de Alejandro Millán, quien reconstruyó el quinto arco destruido en 1810. Esta intervención, realizada entre 1856 y 1860, utilizó cemento procedente de Vizcaya para rellenar los huecos de los sillares degradados.

complemento 2 del puente

Imagen en la que se muestran las estructuras reforzadas con hormigón armado en el puente.

“El análisis de las áreas reforzadas sugiere la presencia de hormigón armado, con barras longitudinales y transversales dispuestas de manera que refuerzan la estructura. Estas barras, de diversas secciones y configuraciones, indican un conocimiento avanzado de la técnica del hormigón armado para la época”, explicó el profesor Cortés.

Conclusiones

Los estudios y análisis realizados permiten concluir que las reparaciones con hormigón armado en el Puente de Alcántara datan de 1857. Esto no solo representaría la primera aplicación de hormigón armado en España, sino también una de las primeras en Europa en puentes. Este descubrimiento añade un valor patrimonial significativo al puente y su historia, destacando su importancia en el desarrollo de la ingeniería civil y la conservación del patrimonio histórico.