Alberto Romero, director del Grado en Historia y Geografía de la Universidad Isabel I, en el Seminario Internacional 'El empleo de mortero y cales en la arquitectura romana. De sus antiguas propiedades a las nuevas técnicas de análisis para su caracterización' que se celebra estos días en Sevilla.
23 de noviembre de 2017. El director del Grado en Historia y Geografía de la Universidad Isabel I, Alberto Romero, participa en el Seminario Internacional 'El empleo de morteros y cales en la arquitectura romana. De sus antiguas propiedades a las nuevas técnicas de análisis para su caracterización' que se desarrolla del 23 al 25 de noviembre de 2017 en la Universidad de Sevilla y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Dicha actividad se enmarca en las actividades del Proyecto Coordinado del Plan Nacional de i+D+i 'MArqHisII. Modelos constructivos, económicos y productivos de la arquitectura de Hispania: perduración, transformación e innovación' y los subproyectos que lo forman.
Su ponencia lleva por título 'Análisis comparado de morteros de los edificios monumentales de Carteia (San Roque, Cádiz)' junto con Rosario García Giménez, directora del Departamento de Geología y Geoquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid.
En este seminario internacional se aborda la arquitectura y construcción romanas desde una perspectiva netamente interdisciplinar. El tema específico elegido son los morteros, el cemento romano, como producto elaborado capaz de transmitir procesos voluntarios de selección de materiales y combinación de los mismos, susceptibles de reflejar estados de desarrollo tecnológico y transmisión de saberes. La invención de este material supuso una auténtica revolución en la manera de construir, favoreciendo la estandarización y la modulación, la especialización del trabajo, así como la consecución de volúmenes arquitectónicos y espacios inéditos hasta entonces. En la medida en la que no es una materia prima en sí misma, sino el producto de la combinación selectiva de otras (cal, arenas, puzolanas, arcillas, agua, piedra), la caracterización de muchos de sus elementos resulta de valor fundamental para establecer tanto orígenes –geológicos y geográficos- de los componentes, como propiedades mecánicas y físicas de acuerdo a un resultado consciente y voluntario.