Participantes en la actividad formativa en la entrada de la cueva de El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria).
6 de mayo de 2019. La Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales ha organizado este sábado 4 de mayo una actividad formativa denominada Los orígenes del arte. Enclaves de arte rupestre paleolítico declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. La visita se ha organizado en dos enclaves diferentes. Por un lado, las Cuevas del Monte Castillo, las cuales forman parte de un conjunto de cuatro cavidades con arte rupestre paleolítico, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. De las cuatro, dos están abiertas al público: El Castillo y Las Monedas.
La cueva de El Castillo es uno de los conjuntos de arte rupestre paleolítico más significativos de Europa. Su interior posee numerosos grabados, dibujos, pinturas y el aprovechamiento escultórico de relieves naturales en las paredes. Representa una “monografía del arte rupestre paleolítico”, ya que contiene la casi totalidad de temas, técnicas y estilos artísticos ejecutados por los primeros Homo sapiens y los últimos neandertales.
La cueva de Las Monedas está dotada de estalactitas, estalagmitas, discos, columnas, terrazas colgadas y coladas de colores, debido a la variada composición mineralógica de la roca. Las manifestaciones artísticas se concentran en una pequeña sala lateral a pocos metros de la zona de entrada. El conjunto se compone de al menos 17 figuras de animales y diversas formas de signos o conjuntos de líneas de difícil interpretación. Podremos identificar caballos, renos, cabras, bisontes, un oso y algún otro animal indeterminado.
Imagen correspondiente a la actividad formativa en la Neocueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria).
Por otro, el Museo de Altamira y Neocueva. Altamira constituye la máxima representación del espíritu artístico del ser humano en la Prehistoria. Como diría Picasso “desde Altamira todo es decadencia” queriendo expresar que en esta cavidad se encuentran representadas todas las técnicas artísticas (dibujo, pintura, grabado), el tratamiento de la forma y el aprovechamiento del soporte, los grandes formatos y la tridimensionalidad, el naturalismo, la abstracción y el simbolismo. En sus paredes se pueden identificar bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos que fueron pintados o grabados durante los milenios en los que la cueva de Altamira estuvo habitada por neandertales y sapiens. Para preservar esta maravilla artística, en 2001 se inauguró una Neocueva en aras de la conservación de las originales.
La actividad ha sido organizada por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, el Grado en Historia y Geografía y la línea de investigación Evolución Humana y Arqueología dentro del GIR “Humanidades y Ciencias Sociales en la era digital y tecnológica”.