Agricultor en un campo de escarolas.
24 de febrero de 2021. Alejandro Jiménez-Gómez, profesor del Máster del Profesorado de la Universidad Isabel I, ha publicado recientemente en la revista científica Foods el artículo titulado “Biofertilizantes bacterianos basados en Rhizobium laguerreae y Bacillus halotolerans mejoran los contenidos en compuestos fenólicos y minerales y, el desarrollo de plantas de escarola (Cichorium endivia L.)”. El profesor de la Universidad Isabel I firma este trabajo en colaboración con varios docentes de distintos departamentos de investigación de la Universidad de Salamanca, así como del Instituto Hispano-Luso de Investigaciones Agrarias (CIALE).
La investigación pertenece al número especial sobre el uso de compuestos naturales para la protección de cultivos y seguridad alimentaria de la revista Foods que acaba publicar su último número en febrero de 2021. El trabajo de Alejandro Jiménez-Gómez recoge la necesidad urgente de encontrar nuevas formas de satisfacer la demanda actual y creciente de alimentos y mantener la protección de los cultivos y la seguridad alimentaria.
Para el equipo de investigación, uno de los cambios más significativos para luchar contra la demanda alimentaria es el reemplazo de los fertilizantes químicos por biofertilizantes, que incluyen bacterias beneficiosas asociadas a las raíces de las plantas, lo que permite un mejor crecimiento respetando el entorno en el que se realiza la plantación.
El trabajo que acaba de publicar Alejandro Jiménez-Gómez se refiere concretamente al cultivo de escarola, una especie hortícola que se cultiva a lo largo de todo el territorio nacional. La investigación estudia los genomas bacterianos e identifica cuales son los genes que intervienen en el crecimiento de la planta, así como diferentes enzimas que actúan en el metabolismo de los compuestos fenólicos. Los compuestos fenólicos son unas sustancias que tienen un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares y han demostrado propiedades antioxidantes. Los fenoles aparecen en casi todos los alimentos de origen vegetal; estas sustancias influyen en la calidad y estabilidad de los alimentos y actúan como colorantes, antioxidantes y proporcionan sabor al alimento.
En el trabajo de investigación llevado a cabo por el profesor se comprobó que las plantas de escarolas inoculadas con las cepas bacterianas presentaban entre otros beneficios, una cantidad mayor de elementos como potasio, hierro y magnesio.
Los resultados del trabajo publicado en la revista Foods muestran por primera vez los efectos beneficiosos en el desarrollo de cultivos de escarola al inocularle estas dos especies bacterianas. “Este avance supone un cambio potencial y esperanzador en el sistema agrícola actual, incluso bajo estrés salino, uno de los principales inconvenientes no biológicos a la hora de producir hortalizas”, concluyó el profesor de la Universidad Isabel I, Alejandro Jiménez-Gómez.