Laboratorio en el que se investiga la vacuna del Covid-19

Laboratorio en el que se investiga la vacuna del Covid-19. Esta enfermedad fue negada por un porcentaje de la población del planeta.

14 de noviembre de 2024. El profesor del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, Álvaro Bayón, reflexiona en un artículo sobre el papel de los divulgadores ante los negacionistas y los motivos por los que opta por no debatir con ellos. "Es toda una declaración de intenciones", explicó, subrayando los riesgos de dar espacio a quienes rechazan sistemáticamente evidencias científicas ampliamente aceptadas.

Para Bayón, un negacionista es alguien que, motivado por creencias personales o ideológicas, se opone a conocimientos científicos o históricos bien fundamentados, como la eficacia de las vacunas o la existencia del cambio climático. "No debemos confundirlos con los escépticos. El escéptico cuestiona, pero siempre desde la apertura a nuevas pruebas y al conocimiento científico, mientras que el negacionista evade o manipula los datos objetivos", aclara el profesor.

La naturaleza del debate y el riesgo de desinformación

El profesor Bayón distingue entre el debate académico, donde se buscan argumentos sólidos y respaldo científico, y el debate público, que muchas veces tiende a fomentar la controversia para entretener. “En estos debates públicos, la ciencia se enfrenta a la certeza rápida y sin matices que promueven los negacionistas", señala. Según Bayón, mientras la ciencia es compleja y llena de matices, el negacionista ofrece respuestas sencillas y absolutas que pueden resultar atractivas para el público general, pero que distorsionan la verdad.

"Los divulgadores pueden caer en la trampa del debate público", advierte Bayón, refiriéndose a aquellos que asisten a programas de televisión o redes sociales sin prever que tendrán que enfrentar argumentos pseudocientíficos. Aunque algunos piensan que enfrentarse a negacionistas en público puede ser una oportunidad para desacreditarlos, Bayón cuestiona la eficacia de esta estrategia, apoyándose en estudios que muestran que los debates con negacionistas pueden tener efectos negativos en la audiencia.

Una lección de comunicación científica

Bayón recalca la importancia de no subestimar el poder de la divulgación científica estructurada y el respeto a los principios de la ciencia. “En un debate, la incertidumbre inherente a la ciencia, que en el ámbito académico es una virtud, puede ser vista como debilidad si el público no está familiarizado con esta característica. Esto da ventaja al negacionista, cuyo discurso resulta rápido y absoluto”, explica el profesor. Bayón concluye que, para combatir la desinformación, es esencial entender el valor de los matices y la complejidad de la ciencia, promoviendo una comunicación veraz que respete los fundamentos de la investigación científica.