Parque Pattaya en Tailandia. Recreación de dinosaurios.
13 de febrero de 2024. Desde tiempos inmemorables, la fascinación por descubrir gigantes dinosuarios ha cautivado a la humanidad. Algunas leyendas incluso han alimentado la idea de que criaturas prehistóricas podrían haber desafiado la extinción y haber sobrevivido en algún rincón remoto de nuestro planeta. El profesor Álvaro Bayón, docente del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, analiza científicamente las razones por las que estos animales prehistóricos no podrían sobrevivir en la actualidad, en la revista Muy Interesante.
La realidad científica arroja luz sobre la improbabilidad de que dinosaurios o criaturas similares hayan llegado hasta nuestros días. El profesor utiliza la ciencia, que exige evidencias tangibles, para señalar que, hasta ahora, no hay pruebas que respalden su existencia tras la hecatombe que provocó su extinción.
Las razones que esgrime el profesor Bayón se centran en tres grandes obstáculos insuperables:
1. La imposibilidad demográfica:
La existencia de grandes dinosaurios hoy se enfrentaría al obstáculo demográfico. Mantener una población numerosa durante millones de años es esencial para evitar la endogamia y garantizar la variabilidad genética necesaria para la adaptabilidad y supervivencia. “La viabilidad a largo plazo sin una población significativa es simplemente inviable”, señala.
2. El dilema ecológico:
Los gigantes que poblaron la tierra en la era Mesozoica plantean también un dilema ecológico, ya que necesitarían grandes extensiones de terreno para satisfacer sus necesidades alimenticias. La observación científica demuestra que animales de gran tamaño influyen notablemente en la dinámica de los ecosistemas y no podrían pasar desapercibidos en un mundo cada vez más explorado y monitoreado.
3. La extinción seleccionó a los más pequeños:
La extinción masiva al final del Cretácico remodeló la biodiversidad, favoreciendo a animales más pequeños y adaptativos. Los grandes requisitos de alimento y territorio de los gigantes prehistóricos no podrían satisfacerse en las condiciones cambiantes que se generaron tras su extinción. Esto llevó a la selección natural de formas de vida más pequeñas y adaptativas, dando origen a los animales actuales.
El profesor Bayón apuntó a este respecto que el verdadero legado actual de los dinosaurios son las aves. Estos animales son el recordatorio vivo de que los dinosaurios, a pesar del cataclismo del que sólo sobrevivieron aquellos menores de 25 kilos y exterminó al 95% de las especies, nunca se fueron del todo.