Carátula de Frances Lee, la madre de la medicina forense actual.
4 de julio de 2022. Ana María Fuentes Cano, directora del Grado en Criminología de la Universidad Isabel I, a través del Observatorio de Igualdad, nos acerca a la Frances Glessner Lee, considerada la madre de la Medicina Forense. Sus descubrimientos y trabajo minucioso en la resolución de crímenes le llevó a revolucionar la Criminalística. La doctora fue uno de los fundadores del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Harvard, dotando en 1931 a la Universidad con la primera cátedra dedicada al estudio de la medicina forense en Estados Unidos.
Nacida en una familia acomodada de Chicago, que hizo fortuna con una empresa de maquinaria agrícola propiedad de su padre, la médico tuvo que esperar a la muerte de su hermano para poder estudiar en la universidad. Frances siempre había sido admiradora de los cuentos de Sherlock Holmes y tras conocer a un amigo de su hermano, George Burgess Magrath, doctorado en medicina en la Universidad de Harvard, tuvo especial interés por la investigación forense.
Inspirada por ese objetivo de mejorar la calidad de las investigaciones policiales, Frances traslada el método de los dioramas a la Criminología en su obra: ‘Nutshell Studies of Unexplained Death’ (estudios de la cáscara de nuez de la muerte inexplicable), a los que dedicó una década entre 1940 y 1950. En esta obra Frances utilizó dioramas intrincadamente construidos de escenas reales de crímenes de casos que ella misma había analizado y para las que se pudo demostrar la aportación tan significativa de esta técnica en la recopilación de evidencias.
La doctora realizó una recreación de maquetas de asesinatos convirtiéndolos en un escenario muy preciso. Su objetivo fue el de facilitar la identificación de datos relevantes sobre el delito y el delincuente, a la vez que potenciar la observación y deducción de los agentes.
Los estudios de la cáscara de nuez de la muerte inexplicable realizados por nuestra protagonista “proporcionaron la inspiración para el asesino en miniatura en el programa de televisión CSI: Crime Scene Investigation”, explica Ana María Fuentes.
El trabajo de Frances fue de tal relevancia para la investigación criminalística que, en 1943, se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de Capitán honorario de Policía en el estado de New Hampshire (Estados Unidos). Sus maquetas siguen expuestas en la Universidad de Harvard ya que son consideradas obras maestras.