Plató de televisión.
14 de marzo de 2023. Bajo el título ‘Despertando odios, perpetuando opresiones: la influencia de los medios de comunicación en la política criminal de las violencias de género’, el profesor Antonio Sanz Fuentes, docente del Grado en Criminología de la Universidad Isabel I, ha publicado un artículo en la revista Asparkía: investigaciones feministas. El profesor de la Universidad Isabel I ha realizado un trabajo de investigación en el que analiza el tratamiento de las violencias de género en los medios de comunicación, en concreto, qué sucesos seleccionan y cómo se emite cada noticia, así como su influencia en la opinión de la población y las decisiones político-criminales.
El estudio plantea un enfoque novedoso sobre cómo la publicación de las noticias “puede moldear una sociedad que desconfía del sistema y en la que se perpetúan las opresiones de las mujeres, ya que la publicación de algunos contenidos puede ocasionar miedos, preocupaciones y diferentes demandas relacionadas con modificaciones en la política criminal”, explicó Antonio Sanz. Para el experto en la materia, es necesario construir un marco teórico a través de estudios empíricos que reflejen el impacto de los medios de comunicación en la política criminal de las violencias de género, con lo que se aplicarán medidas preventivas adecuadas y se introducirán claves para producir un cambio social.
“Las noticias sobre delincuencia constituyen un contenido omnipresente en la mayoría de los medios. Así, los criminólogos cuestionamos la influencia y el alcance que puede tener tal difusión, no sólo en la preocupación por el delito o en el miedo que puede generar, sino también porque pueden conllevar la reclamación de un endurecimiento de las penas, de un mayor control y, en definitiva, de más seguridad. Esto puede ser contraproducente, ya que no se solucionarían los factores que producen la violencia hacia las mujeres”, explica el profesor Sanz Fuentes.
El profesor Sanz ofrece una perspectiva crítica y compleja que amplía el enfoque criminológico hasta los efectos que la publicación de noticias sobre violencia de género puede generar en la población. “En el caso de los medios audiovisuales es frecuente que la noticia esté acompañada de música, lo que, sin duda, favorece la aparición de un vínculo emocional con los hechos. Igualmente, todos los medios hacen uso de fotografías o imágenes que vienen a producir efectos similares. El uso de este tipo de materiales, tanto visuales como sonoros, tienen consecuencias para el tratamiento de la criminalidad”, subraya el docente.
El encuadre de las noticias
En esta línea, el profesor Sanz argumenta su divergencia respecto al encuadre de las noticias al abordar cada caso, ya que “se presentan opiniones como si fuesen aquellas predominantes en la sociedad, y se utilizan expresiones que inmediatamente resultan familiares como “un clamor ciudadano”, “indignación por el caso” o “la mayoría avala”, lo que incita al pensamiento de que es una opinión generalizada; sin embargo, se trata de un juicio de la línea editorial del medio”. Esto puede tener consecuencias negativas, ya que se solicitarán cambios jurídicos que no tienen un impacto real en la reducción de la delincuencia y que pueden afectar a la seguridad real de las mujeres.
Una cuestión relevante que aborda en su estudio es la selección de casos mediáticos en los que las mujeres ejercían su libertad. En este sentido, el profesor Sanz señala que “solo se viralizan los casos de mujeres que estaban de fiesta, volviendo solas a casa u ocupando espacios públicos. Esto podría crear un mensaje aleccionador hacia las mujeres, creándoles un miedo exacerbado que limitaría sus propias libertades. La propia selección de las noticias carece de neutralidad y esto podría suponer la perpetuación de sus opresiones a través del miedo”.
¿Política criminal falseada?
En definitiva, su estudio concluye que el propio funcionamiento de los medios puede llevar a prestar más atención al Derecho Penal y evitar que el debate se centre en las medidas sociales que evitan las agresiones. Asimismo, considera que puede dar lugar a una política criminal falseada que desprotege a las mujeres, ya que más dureza penal no implica más seguridad. En esta misma línea, establece que el discurso mediático aumenta el miedo al crimen de las mujeres con todas las consecuencias que ello podría conllevar.
No obstante, Antonio Sanz insiste que, desde el punto de vista criminológico, las noticias sobre violencias de género podrían tener un papel fundamental para el reclamo de políticas públicas preventivas, realizar debates orientados hacia la (re)educación, difundir los aportes de la experticia o establecer una reflexión sosegada sobre las causas de las violencias de género, contribuyendo de esta manera a la construcción de una política criminal orientada a la prevención real y efectiva. Pero afirma que “ello exige un cambio en el tratamiento mediático que se produce actualmente respecto a las violencias de género”.