27 de febrero de 2023. La inteligencia emocional permite a cada persona ser consciente de las emociones propias y ajenas, entenderlas como respuestas a los estímulos internos y externos y saber gestionarlas para guiar nuestros pensamientos y acciones de forma saludable. Por tanto, la inteligencia emocional está basada en la regulación de las emociones, la empatía, las habilidades sociales y la promoción del bienestar personal y social.
Desarrollar la inteligencia emocional en niños y adultos genera beneficios tanto personales como sociales, ya que rebaja el nivel de estrés, mejora la calidad del sueño, aumenta el rendimiento en el estudio y el trabajo, favorece las relaciones sociales y optimiza el autoconocimiento o la toma de decisiones para aumentar, en definitiva, el bienestar psicológico.
Desde el punto de vista educativo, la inteligencia emocional fomenta la automotivación, la autoconfianza, el compañerismo y las relaciones sociales positivas en un grupo, reduciendo al mismo tiempo la impulsividad, la agresión o la violencia, entre otros. Es más, un buen número de estudios han demostrado que la inteligencia emocional favorece el éxito académico, ya que todo lo que se aprende está asociado a una base emocional; si sabemos autorregular el estado emocional y motivacional, la persona podrá alcanzar el nivel óptimo de concentración para aprender.
La Universidad Isabel I ofrece el curso ‘Inteligencia emocional. Reconociendo, comprendiendo y autorregulando emociones’ que dota al profesor de las habilidades para poder desarrollar la inteligencia emocional como parte del aprendizaje de sus alumnos. Con este curso, el docente podrá enseñar a adquirir conciencia emocional, de manera que los estudiantes reconozcan y pongan nombre a las emociones. Una vez conocidas, podrán pasar a la fase de regulación emocional, para poder gestionarlas, de manera que puedan manejar las emociones negativas y generar o conservar las positivas, que son aquellas que aportan bienestar. En un tercer momento, el docente puede enseñar a sus alumnos la autonomía emocional, para conseguir el bienestar emocional y personal, desarrollando la autoestima, la actitud positiva, la responsabilidad, la automotivación o la autoeficacia emocional, entre otros.
Una vez que se han desarrollado las habilidades personales, la inteligencia emocional permite poner en práctica las habilidades sociales, en las que el respeto a los demás, la comunicación receptiva y expresiva, la escucha activa, la asertividad o el comportamiento cooperativo permiten compartir emociones y dominar las habilidades sociales básicas. Todas estas habilidades permitirán a cada alumno no solo identificar sus problemas o solucionar conflictos, sino aprender a negociar, a fijar objetivos positivos y realistas o a mantener el bienestar emocional.
La práctica de estas habilidades desarrolladas con la inteligencia emocional en los más pequeños ayuda a controlar los comportamientos automáticos asociados con algunas emociones negativas hacia otras formas más saludables y respetuosas hacia los demás.
Ya está abierto el plazo de matrícula para realizar el curso en la Universidad Isabel I. Es una formación online que tiene una duración de 110 horas, correspondientes a 4 créditos ECTS. La duración del curso es de 45 días y se estructura en cuatro unidades didácticas actualizadas.
Puedes consultar otros cursos de Formación Continua del Profesorado son:
- Inclusión educativa en el aula: estrategias para lograr una inclusión real del alumnado en el aula.
- Innovación educativa: aplicación de las TIC en entornos escolares.
- Inteligencia emocional. Reconociendo, comprendiendo y autorregulado emociones.
- Más allá de lo visible. Conociendo las necesidades del alumnado con trastorno del espectro autista.
- Motivación académica y estrategias de aprendizaje.
- Nuevas corrientes educativas: metodologías activas en el aula.