Metáfora de la obesidad. Bocadillo con pie de rey, instrumento de medición preciso.
7 de marzo de 2022. Coincidiendo con que el pasado 4 de marzo se celebró el Día Mundial Contra la Obesidad, el diario ‘El País’ entrevistó a Beatriz Robles, docente del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I y dietista-nutricionista, para analizar este problema de salud y la importancia del papel de dietista-nutricionista. En el artículo, Beatriz Robles analiza cómo actúan fuerzas opuestas en los mensajes que llegan a la sociedad sobre lo que se considera una alimentación saludable. “Nos llegan mil mensajes que lo distorsionan. Se nos ofrecen alimentos envasados llenos de azúcar pero que ‘ayudan a nuestras defensas’; se resaltan declaraciones como ‘Light’ o ‘bajo en grasa’ para dar valor a productos insanos que compiten por su cuota de mercado… Y estamos lastrados con ciencias muy arraigadas sin fundamento científico, como el miedo a comer huevos por el colesterol y la idea de una copa de vino es cardiosaludable”, explica Beatriz Robles.
La docente de la Universidad Isabel I explica que el principal problema es la falta de regulación que favorece el intrusismo porque la nutrición es una ciencia y no una opinión. “Influencers que hablan de su dieta; empresas que proponen planes dietéticos basados en sus productos o profesionales sanitarios cuyas formaciones no les capacitan para dar asesoramiento dietético”, son algunos de ellos. Para Beatriz Robles, la figura del dietista-nutricionista es la de un profesional que “requiere una especialización muy cuidadosa y precisa porque, además de las generalidades, cada deporte tiene unas exigencias nutricionales concretas” ya que los estudios avalan que la alimentación está estrechamente relacionada con el rendimiento deportivo.
Beatriz Robles explica que el reto que tienen estos profesionales es que el profesional dietista-nutricionista forme parte de la sanidad pública, ya que “es económicamente rentable para, por ejemplo, reducir los problemas de desnutrición hospitalaria, que incrementan las estancias en el hospital”, detalla. La falta de profesionales en la sanidad pública abre una brecha social e impide que la población con menos recursos no tenga acceso a estos recursos sanitarios, con una población que cada vez tiene mayores problemas sanitarios relacionados con la alimentación.
El artículo de El País recoge el Estudio Nutricional de la Población Española que define la prevalencia de la obesidad y los factores de riesgo cardiovascular asociados a la población general española, donde más de la mitad de los españoles, el 53.6% sufre obesidad o sobrepeso. Además, el 40% de los niños entre tres y ocho años sufre esta enfermedad que favorece la aparición de problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas que contribuyen a tener una peor calidad de vida y una mortalidad temprana.