Chica mirando que alimentos escoger
1 de septiembre de 2022. Beatriz Robles, profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Isabel I, ha escrito un artículo titulado ‘El lunes empiezo: por qué hacer dieta tras las vacaciones de verano es una pésima idea’ dónde explica que la dieta no es la respuesta para perder peso y mantenerlo en el tiempo.
La nutricionista ha comentado que, al finalizar las vacaciones, la personas están especialmente vulnerables, el malestar es notable, y por eso se convierten en un target sobre el que bombardear mensajes de dietas, productos milagrosos y cuerpos esculturales conseguidos en una semana.
La docente de la Universidad Isabel I hace referencia a un estudio de Grand View Research “el mercado de la pérdida de peso supuso más de 132.000 millones de dólares en 2021 y se prevé que no pare de crecer”.
Mucha gente parte de una idea errónea de que el peso es el eje sobre el que gira su salud. Este enfoque tiene varios problemas, como bien se recoge en ‘Ciencia del peso: evaluando la evidencia para un cambio de paradigma’. El peso por sí mismo da poca información sobre la composición corporal, la pérdida de peso no está necesariamente relacionada con una mejor salud, centrarse en el peso y la preocupación que éste genera en algunas personas provoca trastornos de la conducta alimentaria.
Las directrices europeas prácticas y centradas en el paciente para el tratamiento de la obesidad en adultos en atención primaria, indican que, al abordar un paciente con obesidad, su objetivo es enfocarse en cambios de estilo de vida, en vez de la pérdida de peso en sí.
Beatriz Robles alude también al hecho de que “hacer dieta” no funciona si lo que se quiere es perder peso y mantener esa pérdida en el tiempo. “Las dietas sí que pueden servir para meterte en el traje de esa boda que tienes en 15 días, siempre que a cambio no te importe recuperar esos kilos más alguno de regalo y disparar una de las balas que te quedan para mejorar tu salud y tu composición corporal.
El British Medical Journal publicó en el año 2020 una revisión sistemática y metaanálisis de estudios realizados sobre 14 dietas populares. Con todas ellas se conseguía cierta pérdida de peso a los 6 meses, pero a los 12 se reducía. La conclusión fue que cada persona debe de escoger la dieta que mejor se adapte a sus preferencias.
La profesora concluye que “no todos partimos con los mismos factores biológicos, ni tenemos las mismas circunstancias sociales o económicas, ni hemos crecido en el mismo ambiente, ni tenemos el mismo acceso a alimentos saludables y tampoco condiciones psicológicas similares por lo que no debemos de ceñirnos a las mismas “dietas” que otros”