Alimentación de un bebé con cuchara.
17 de mayo de 2022. Beatriz Robles, docente del Grado en Nutrición Humana y Dietética y divulgadora científica, ha sido entrevistada por El Comidista que en su página online del diario El País analiza los alimentos que ofrece el mercado para la alimentación infantil. En el artículo, los expertos en alimentación destacan que “si un alimento está diseñado para bebés, probablemente es mejor que no lo metas en la cesta de la compra”. Beatriz Robles indica que la alimentación complementaria no significa “dar alimentos especiales a los bebés, sino mantener la leche materna (natural o de fórmula) como alimento principal e ir incorporando alimentos convencionales que ayuden a cubrir sus necesidades a medida que estas aumentan”.
La docente de la Universidad Isabel I destacó varios estudios en los que se indica la importancia de la leche materna en la alimentación de los bebés, como el Comité de Lactancia Materna y Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, o la Asociación Española de Pediatría.
En el artículo se hace referencia a las galletas o los batidos y zumos bebibles o los snacks, indicando la importancia de limitar los azúcares en la alimentación en general y en los niños, “cuanto más tarde mejor y siempre a partir de los 12 meses”. Igualmente, se hace referencia al documento de malas prácticas de la OMS, en el que se identifican los problemas asociados a consumir alimentos en el formato de bolsas, al expresar el poco acierto de tomar alimentos muy suaves cuando los niños deben desarrollar la habilidad de masticar; ofrecer alimentos con baja densidad nutricional o altas cantidades de azúcares libres y los problemas de chupar directamente de las bolsas, donde no se pueden controlar las raciones y puede haber un desperdicio alimentario considerable.
El artículo concluye con una recomendación: respetar el calendario de incorporación de alimentos que indique el pediatra, “adaptando tamaños y texturas al niño para evitar problemas de atragantamiento y evitando alimentos que pueden suponer un riesgo microbiológico para los niños pequeños como la miel o las infusiones”.