Grupo de jóvenes en bicicleta por la ciudad.
17 de abril de 2024. El profesor Cayetano Medina-Molina, docente del Grado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Isabel I, en colaboración con Manuel Rey-Moreno de la Universidad de Sevilla, acaban de publicar un artículo en la revista Cuadernos de Gestión, que revela las claves para comprender el uso de los servicios de micromovilidad en el contexto de la movilidad urbana actual. El estudio aborda la creciente importancia de la movilidad como servicio (MaaS, por sus siglas en inglés) y sus implicaciones en la sostenibilidad de las ciudades.
Este estudio, basado en un modelo de análisis multiescalar y aplicado a 48 ciudades de todo el mundo, destaca que, a pesar de los numerosos beneficios asociados con la adopción de MaaS, su tasa de uso sigue siendo baja. Según Medina-Molina, "identificar los factores que explican el uso de los servicios de micromovilidad es crucial para entender cómo estas innovaciones pueden contribuir a una movilidad urbana más sostenible". La investigación destaca el papel de la satisfacción con el transporte público y la percepción de que la congestión del tráfico no es un problema para explicar el uso de estos servicios.
La congestión afecta significativamente a los sistemas de transporte público urbano al valorar parámetros como el tiempo de viaje, la regularidad del servicio y los costos. El transporte público urbano juega un papel crucial en la movilidad sostenible al reducir la congestión y las emisiones. Los sistemas de micromovilidad, como los programas de uso compartido de bicicletas, pueden complementar el transporte público al abordar los problemas de la primera y última milla.
La relación entre los nuevos modos de movilidad compartida urbana y el ecosistema general de movilidad es controvertida, con algunos autores argumentando que el transporte público será desplazado por la movilidad, mientras que otros sugieren una correlación positiva entre la movilidad compartida y el uso del transporte público.
Para los usuarios de vehículos privados, los desafíos como la disponibilidad de estacionamiento impulsan la adopción de servicios de micromovilidad. Las políticas urbanas dirigidas al desarrollo de estacionamientos pueden mitigar la congestión del tráfico y apoyar la movilidad sostenible.
Las ciudades implementan programas de alquiler de bicicletas debido a sus beneficios económicos y de salud, así como a su potencial para reducir emisiones y congestión Sin embargo, las preocupaciones sobre la conveniencia y la distancia del estacionamiento dificultan la adopción del uso compartido de bicicletas.
Fomento de transportes sostenibles
“Promover el abandono de los vehículos motorizados tradicionales y fomentar modos de transporte sostenibles a través de intervenciones persuasivas en aplicaciones es una estrategia”, explica el profesor Medina-Molina. Las plataformas de MaaS pueden mejorar la experiencia del usuario al proporcionar información integral sobre el transporte.
El estudio también identifica diferentes combinaciones de condiciones que explican el uso o la negación de los servicios de micromovilidad, así como un mecanismo causal que muestra cómo ciertas condiciones desencadenan su uso.
En palabras de Medina-Molina, "los operadores de MaaS deben aprovechar las sinergias existentes con diferentes servicios en el régimen de movilidad para fomentar la adopción de sus aplicaciones".
Este estudio ofrece una visión detallada de los factores que influyen en el uso de los servicios de micromovilidad, lo que podría ayudar a los responsables de políticas y a los operadores de transporte a desarrollar estrategias más efectivas para promover una movilidad urbana sostenible.
En conclusión, los factores tanto a nivel del paisaje como del régimen influyen en la adopción de servicios de micromovilidad. Si bien hay debate sobre su impacto en la congestión del tráfico y el transporte público, enfoques integrados y políticas urbanas pueden respaldar las transiciones hacia la movilidad sostenible.