Clara Campoamor.
4 de mayo de 2022. David Mota Zurdo, coordinador del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte de la Universidad Isabel I, nos desvela la apasionante vida de Clara Campoamor, impulsora del voto femenino en España y una pionera en romper techos de cristal a favor de las mujeres. De la mano del Observatorio de Igualdad de la Universidad Isabel I, David Mota Zurdo, rememora a Clara Campoamor, que lucho toda su vida por conseguir la igualdad de la mujer.
David Mota señala que el siglo XX es la centuria de las mujeres y Clara Campoamor tiene un papel destacado en él. El 1 de octubre de 1931 es la fecha en la que se aprueba el derecho a voto para todas las españolas, y eso fue posible, gracias al trabajo de Clara Campoamor y Victoria Kent, las dos primeras parlamentarias elegidas el 28 de junio y que tuvieron voz ese día en el Hemiciclo.
Clara Eulalia Campoamor Rodríguez, más conocida como Clara Campoamor, fue republicana, feminista y de izquierdas. Nació el 12 de febrero de 1888 en Madrid en un momento de la historia en el que la mujer debía someterse a los deseos masculinos de la familia. Su padre, periodista de profesión, falleció cuando Clara tenía apenas 10 años y tuvo que ayudar a su madre a sostener las cargas económicas familiares y desempeñó varios oficios, entre ellos, el de modista o dependienta de comercio.
El 19 de junio de 1909, a los 21 años, obtiene la plaza como funcionaria de segunda en el Cuerpo de Correos y Telégrafos del Ministerio de la Gobernación. Y el 13 de febrero de 1914 obtiene el número uno en unas nuevas oposiciones convocadas por el Ministerio de Instrucción Pública. Trabajó como mecanógrafa y desarrollo una prolífica actividad como periodista y escritora. En 1922, Clara Campoamor inició su actividad política con la cofundación de la Sociedad Española del Abolicionismo, junto a un grupo de mujeres progresistas y el 21 de marzo de 1923 obtuvo su título de bachiller, con lo que, con 35 años pudo comenzar la carrera de Derecho y al finalizarlo, abrió su propio despacho de abogacía.
Su afán inconformista le animó a principios de 1930 a fundar la Liga Femenina Española por la Paz, tras un congreso de asociaciones por Sociedad de Naciones, previa a la creación de la ONU. Y en el umbral de la II República, Campoamor inició su andadura política, siendo elegida diputada y defendiendo en las Cortes los derechos de la mujer desde las filas del republicanismo histórico. Su trabajo se centró en el activismo político y el sufragismo. Su cargo no fue renovado en las elecciones de 1933, pero en estos años previos al estallido de la Guerra Civil, colaboró con distintas entidades sociales y políticas, reivindicando el papel de la mujer en artículos de prensa.
Fue la primera en defender su caso ante el Tribunal Supremo, en formar parte de la Junta Directiva del Ateneo de Madrid, en hablar en el Congreso y en dirigirse a la Sociedad de Naciones. Destacó por defender el sufragio femenino, haciendo que la mujer entrara en el espacio de lo común, al convertirla en una persona jurídica.
Tras el estallido de la Guerra Civil residió en Suiza y Argentina, donde continuó realizando su incansable labor a favor del feminismo. Tuvo la intención de regresar a España pero el Régimen franquista se lo impidió. En 1972, fallece en Lausanne (Suiza), víctima de una larga enfermedad.
David Mota Zurdo explica que su legado perdura y es todo un símbolo para el feminismo hispano que ha sabido destacar su papel de luchadora a favor de las mujeres en calles, edificios y películas dedicados en su honor.