Cueva ubicada en una montaña
3 de febrero de 2023. Diego Arceredillo, docente del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, ha publicado un artículo titulado “Dépôts magdaléniens de pattes de bouquetins dans les grottes de Niaux et de Bédeilhac (Ariége, France). Une posible pratique rituelle inédite” en la revista Préhistoire. La revista está especializada en la divulgación de los principales descubrimientos de Ariège, una de las regiones con mayor riqueza prehistórica de Europa.
En este artículo, el docente presenta los resultados de un estudio tafonómico que analiza los restos recuperados en lugares poco accesibles de las cuevas de Niaux y Bédeilhac.
“Las cuevas de Niaux y Bédeilhac forman parte de los sitios clásicos de la arqueología europea. En ellas se pueden admirar impresionantes pinturas rupestres, grabados y bajorrelieves del periodo Magdaleniense” comentó Diego Arceredillo sobre su estudio. “Sus galerías llevan siendo visitadas desde hace más de 13.000 años e incluso, como curiosidad, han servido como talleres para reparar aviones alemanes durante la Segunda Guerra Mundial” indicó.
Durante su estudio, al docente de la Universidad Isabel I le llamó la atención el descubrimiento de varios fósiles de cabras montesas en zonas poco transitadas. “Estos restos se encuentran en zonas poco accesibles y alejadas de las galerías principales en ambas cuevas. Un análisis tafonómico ha revelado que dichas extremidades pudieron ser manipuladas por los magdalenienses, descartando otros posibles agentes acumuladores como lobos, osos o zorros” explicó.
“Durante el Magdaleniense es raro que, fuera del ámbito funerario y artístico, los registros fósiles reflejen aspectos de la vida cotidiana de estas poblaciones de cazadores recolectores. Esto se consigue gracias al registro de actitudes repetitivas, asociadas a gestos o temas particulares y originales. Asimismo, la aparente falta de actividad por parte de carnívoros y la deposición articulada de los restos en pequeñas cubetas, hace plausible un comportamiento ritual de estas poblaciones magdalenienses de los Pirineos” concluyó el docente.
Otras investigaciones
La cueva de Valdegoba (Burgos), también estudiada por Diego Areceredillo, ha aportado uno de los mejores registros de rebeco de la Península Ibérica. Los fósiles recuperados en esta cavidad han proporcionado una gran cantidad de evidencias sobre la ocupación neandertal que tuvo lugar en este territorio durante el Paleolítico medio. De acuerdo con diversos análisis tafonómicos, los neandertales tuvieron un acceso primario a los rebecos, siendo esta la especie más cazada. “El análisis de los rebecos de Valdegoba ha permitido conocer la estructura y la dinámica de esta población y su caracterización paleoecológica. Además, debido a su excelente estado de conservación, se ha podido comparar esta población con otras actuales de diferentes especies como R. pyrenaica y R. rupricapra de los Alpes y Nueva Zelanda”, explicó Diego Arceredillo.
Este estudio abre las puertas a otros análisis similares de otros grandes herbívoros de la región para caracterizar mejor los comportamientos cinegéticos y alimenticios de los pobladores de la meseta norte durante el Paleolítico Medio.