Margarita Salas, una de las científicas españolas más brillantes.
24 de noviembre de 2021. A través del Observatorio de Igualdad de la Universidad Isabel I hoy hablamos de Margarita Salas lideró el grupo de investigación que descubrió la ADN polimerasa del fago Phi29, un virus que infecta la bacteria Bacillus subtilis y que es inocuo para el ser humano. El equipo dirigido por Margarita Salas descubrió que este virus produce una proteína con una característica sorprendente: permite que pequeñas cantidades de ADN, que en principio no eran suficientes para realizar un análisis genético, se amplifiquen hasta hacer posible este estudio. Esta es la razón por la que hoy en día, la ADN polimerasa del fato Phi29 se utiliza en todo el mundo para la amplificación de ADN en laboratorios de genética, medicina forense o policía científica.
El descubrimiento de Margarita Salas permite realizar miles o millones de copias del ADN a partir de un pequeño fragmento. Y su patente se ha convertido en la más rentable de la industria española.
Esta enzima se utiliza en una técnica alternativa a la PCR llamada MDA, que se usa en pruebas de enfermedades genéticas, estudios forenses o arqueológicos.
Margarita Salas Falgueras nació en 1938 en Canero, un pueblo de la costa asturiana. En su etapa como estudiante de Química cuando surgió su vocación por la investigación, especialmente, el día que conoció al Premio Nobel, Severo Ochoa. Al finalizar sus estudios, Severo Ochoa le propuso realizar su tesis doctoral bajo la dirección del bioquímico Alberto Sols. Durante su trabajo doctoral conoció a su pareja Eladio Viñuela y ambos se trasladaron a Nueva York para trabajar en el laboratorio de Severo Ochoa y el estudio entre el ADN y las proteínas.
Tres años después volvieron a España para estudiar sobre biología molecular y centrarse en el estudio del fago Phi29, un virus sencillo por contar solo con 20 genes, pero lo suficientemente complejo para sacar conclusiones importantes. En España, Margarita se encontró con limitaciones para su investigación, donde solo era la mujer de Viñuela, por lo que, para que su trabajo fuera valorado, su marido se retiró del estudio de este virus.
Continuó trabajando hasta los 80 años. Falleció el 7 de noviembre de 2019. Es considerada como una de las científicas españolas más brillantes.