Publicación del último libro de Jorge Sevillano titulado 'Los ángeles de fe'.
8 de abril de 2022. Jorge Sevillano, egresado del Grado en Criminología de la Universidad Isabel I acaba de publicar su último libro 'Los ángeles de fe', una novela negra en la que ha aplicado buena parte de sus conocimientos como criminólogo. Su formación en la Universidad Isabel I le ha servido para perfilar los personajes de sus novelas. No es su primera aventura literaria pero ahora, tiene el aliciente de que es posible que su novela dé el salto del papel a la pantalla. Conozcamos un poco más de su trabajo.
‘Los ángeles de fe’ es tu segunda novela. Cuéntanos cual es, a grandes rasgos, el argumento.
Claro. Encantado.
Elisabeth Martín (Lisa), es la inspectora estrella de la policía. Lisa se ve obligada a regresar a Madrid después de un problema en su último destino, Nueva York. Para su desgracia, su llegada coincide con una serie de asesinatos que comienzan a sucederse en Madrid. Ella enseguida entiende su complejidad gracias a sus conocimientos y formación. A pesar de ser repudiada inicialmente por varios de sus compañeros, consigue entrar en el grupo encargado de investigar el caso. En poco tiempo, debido a la espectacularidad con la que se ejecuta cada asesinato, aumenta la presión de la sociedad y de la clase política sobre la policía. Esto obligará a Lisa a llevar la investigación al límite en uno de los peores momentos de su vida.
Tiene de protagonista a la inspectora Lisa Martín. ¿Cómo es la protagonista de tu obra?
Lisa es una mujer hecha a sí misma. Fuerte y con contrariedades. Resulta inestable y todo el mundo puede verlo. A pesar de ello es el tipo de persona que quieres tener a tu lado si vienen mal dadas. En ella todo es blanco y negro, sin escala de grises. Es capaz de lo mejor y lo peor. Se ha enfrentado a un mundo históricamente de hombres, en este caso la policía, y ha conseguido ser la persona más laureada del cuerpo. Eso levanta muchos recelos entre sus compañeros. Seguro que a muchas mujeres les suena o pueden empatizar con esa situación.
Lisa, además, tiene contrariedades en el amor y su sexualidad, cierta tendencia a las adicciones y una difícil gestión de su edad y su rol en la vida según pasan los años.
Me parece un personaje muy rico, que apoya y guía de forma muy interesante la historia, y, además, que refleja a muchas mujeres de éxito en las que, en ocasiones, su vida personal parece encontrarse patas arriba respecto de su fachada exterior.
¿Porqué has elegido una mujer de protagonista?
Mi vida ha estado marcada por la crianza e influencia de mujeres poderosas de mi familia y mi entorno. Desde mi niñez he sido espectador, a veces muy de cerca, de la capacidad de estas mujeres para sobreponerse a sus circunstancias negativas: enfermedades físicas, problemas económicos, emocionales o sentimentales. Esas mujeres me han mostrado su fuerza interior y algo me decía que el hilo conductor de la novela debía ser una mujer. Creo que Lisa es el resultado de muchas de las mujeres que han formado parte de mi crianza y mi educación.
¿Crees que la protagonista te facilita el relato de la historia?
Sí, sin género de dudas. Al ser un personaje ambivalente e inestable, hace un hilo conductor de la historia mucho más interesante. Permite jugar con situaciones que hacen que el lector se pueda ver identificado y, también, pueda repudiarla. Depende de cada uno y el momento concreto de la novela.
¿Es la continuidad de tu primera novela escrita hace dos años y titulada ‘Las Brujas del este’?
Sí y no. Entre una historia y la otra pasan algunas décadas. No es exactamente una continuación, pero sí se repiten algunos de los personajes. Lisa, por ejemplo, aparece en ambas historias. En 'Las brujas del este' no era más que una adolescente que ya despuntaba por su determinación y lucha contra las injusticias y, ahora, es la inspectora del caso.
Ambas novelas se pueden leer de forma separada. Muchos lectores me pidieron una continuación y me parecía muy interesante hacer crecer a Lisa, pero también quería montar un espacio para nuevos lectores que se han ido uniendo con el paso del tiempo.
¿Has elegido en ambos libros la Comunidad de Madrid para desarrollar la trama de tus novelas?
No, la primera novela se desarrolla en Logroño. Es una ciudad fantástica y pequeña. Había estado varias veces, pero, en un viaje, en plenos estudios del Grado en Criminología, momento en que comencé a empaparme de crímenes reales, percibí un lugar que, quizá por esas lecturas, me pareció idóneo para que sucediera una novela criminal. Es curioso, mis amigos me conocen y no se extrañan ya, pero todo empezó así: estábamos de turismo en la ciudad y al recorrer el parque del Ebro, junto al río, vi un lugar perfecto para que apareciera un cadáver. Así lo vi en mi mente. Quizá por algún caso que había analizado anteriormente. Luego la historia se fue montando poco a poco.
Con la nueva novela, 'Los ángeles de la fe', me traslado a Madrid. He nacido allí, aunque ya no resido en la capital. Me gusta mucho la historia de transformación de las ciudades y eventos históricos que las hacen cambiar y crecer, de modo que leo mucho de su evolución. Me encontré con una parte de su historia que me sirvió como fondo para montar una nueva novela. A partir de eso pensé en cómo podía crear una historia de crímenes que, además, enseñara al lector una parte de la ciudad de Madrid y su historia que es menos conocida.
Como egresado en Criminología en la Universidad Isabel I ¿tus personajes se ajustan a la realidad?
Sí, sin ningún género de dudas. En el grado de Criminología que cursé en la Isabel I se aprenden muchos elementos del ámbito criminal: analizar a la víctima, a los victimarios (o autores) y sus respectivas circunstancias. Eso me ha llevado a poder crear personajes mucho más complejos y reales. Más ricos, diría yo. La formación del grado en Criminología me ha resultado fundamental en mi forma de detallarlos y perfilarlos.
En la construcción de la trama en tus novelas ¿te ha ayudado tu profesión, ser criminólogo?
Sí, igual. El conocimiento de las circunstancias que rodean un crimen, en este caso asesinatos, han enriquecido mis novelas. Mucha gente, de hecho, me lo dice: se te nota a lo que te dedicas, o, eres muy riguroso en los procedimientos policiales, por solo poner un ejemplo de algunas de las valoraciones.
Eso, en gran medida, se lo debo a la formación recibida en mi vida y, en concreto, al grado.
Muchas novelas dan el salto a la pequeña o gran pantalla ¿tienes proyectos en este sentido?
Pues sí, aunque no puedo hablar mucho de ello todavía. Actualmente no es más que un proyecto que se está analizando, un pequeño embrión, pero espero que se desarrolle. Parece que existe el interés y se está valorando la forma de adaptarla y llevarla a la pantalla. Veremos el resultado en un tiempo. Ojalá llegue a buen puerto.
¿Qué tiene de real y qué tienen de ficción tus novelas?
De real, podría decir que, sin género de dudas, el hecho de que los personajes no son ni buenos ni malos de manera completa. Eso sucede en muchos de los análisis criminales que se desarrollan. Todos tienen – tenemos – aristas, como sucede en la vida real. Puedes ser una criminal peligrosa, pero, a su vez, una gran madre o amante. O, al revés, un gran hijo y un asesino en serie. Ha pasado muchas veces y seguirá pasando en la vida real. La ambivalencia es parte de la vida.
Respecto a la ficción, diría que los crímenes que he reflejado son inventados, claro está, y, quizá, que trato darles pinceladas más novelescas que los que suceden en la realidad, como es lógico. Simplemente eso.
¿Y porqué te decidiste a escribir novela negra? ¿Cuál fue tu inspiración?
Bueno, siempre me han llamado la atención los hechos criminales. También la creación artística y, por supuesto, la lectura. Al converger las tres cosas, decidí dar el paso a escribir. Una vez finalizado el grado y dado el salto a la escritura, por mis conocimientos, el lugar donde mejor me desenvuelvo es la novela negra, aunque hay algunas ideas de historias para el futuro en las que quizá salga del género propiamente dicho, aunque no lo soltaré totalmente. Digamos que siempre mantendré un pie en el género negro. Es donde me siento cómodo y, lo bueno de la novela negra, es que adapta muy bien otros géneros. Al igual que en la vida real, en la novela negra hay amor, deseo, rebeldía social e historia. Por citar solo otros géneros.
Respecto a mi inspiración, son los casos que leo y estudio a diario. Mi trabajo y mis estudios son una fuente de información e influencia muy potente. Me permiten desarrollar historias crudas y reales. También trato con personas en el mundo real que, al escucharlos o escuchar sus problemas digo: esta persona merece un personaje en una de mis novelas.
La novela negra es un género con grandes referentes a lo largo de la historia de la literatura ¿en quién te fijas para escribir?
Agatha Christie, Conan Doyle, Pierre Lemaitre, Eva García Sáenz de Urturi, Gómez-Jurado, etc. Son muchos los autores y cada uno imprime cosas en sus historias que se transfieren e influyen en mi forma de escribir. Creo que, tanto lo que leemos, como el momento de la vida en que lo hacemos, se transfiere a otras áreas de nuestra vida.
Como escritor ¿estás ya pensando en tu próxima obra?
Sí, claro. Siempre estoy pensando en historias nuevas. Una vez que doy por cerrada una novela, me pongo a trabajar y estructurar otra.
Ya estoy trabajando en la siguiente y tengo varias ideas en recámara. Ya veremos si tienen opciones de desarrollarse y materializarse todas en un libro. Es un proceso de selección y descarte muy duro para mi, porque siempre quieres avanzar en una historia, pero debes saber lo que da de sí y si debe terminar en un libro propio.
También disfruto de una comunidad de lectores que me apoyan mucho y me trasladan y sugieren nuevas historias. Es muy curioso. Desde el principio me ha sorprendido y agradado mucho la expectación creada con las novelas que he publicado. Puedo decir que mis lectores y mis seguidores de redes sociales forman un papel muy importante en mi proceso de creación de historias. En muchas ocasiones me mandan enlaces de noticias que a ellos les llaman la atención o les parece interesantes, y gracias a ellos también enriquezco de historias nuevas.
Para terminar, quizá hay algo que no te he preguntado. ¿Quieres añadir algún detalle más?
Simplemente remarcar el valor de la formación de calidad, en este caso la recibida en vuestra universidad, y que resulta de utilidad para todas las áreas de la vida. Los conocimientos que se reciben en el grado, yo en concreto hice el de Criminología, son un trampolín para muchas áreas. El Grado en Criminología que he cursado en la Universidad Isabel I ha sido fundamental para mi vida profesional y, además, a afectado intensamente en mi proceso de creación de mi afición en la escritura.
Animo a todos a estudiar las cosas que les hagan felices o que les llamen la atención, que se desarrollen y, una vez que se embarquen en ello, verán que se abren nuevos caminos que no sabes donde te llevarán. Ese ha sido mi caso como escritor.
Muchas gracias por vuestra entrevista.