Profesor Francesc Gascó del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I.
25 de marzo de 2024. Ubicada en la pedanía de Maro, perteneciente a Nerja, Málaga, la Cueva de Nerja es un tesoro arqueológico y natural que ha desvelado sus secretos desde su hallazgo en 1959. No solo fue un refugio prehistórico, sino que también ha sido reconocida como Monumento Histórico Artístico desde 1961 y como Bien de Interés Cultural en 2006, designándola como un valioso yacimiento arqueológico. El profesor Francesc Gascó, docente del Máster en Divulgación Científica de la Unviersidad Isabel I, comparte los hallazgos de la Cueva de Nerja a lo largo del tiempo a través del canal de la Fundación Palarq.
El descubrimiento de esta cueva, con pinturas rupestres milenarias y formaciones espeleotémicas, como estalactitas y estalagmitas, ocurrió de manera fortuita mientras un grupo buscaba murciélagos. Al acceder a través de una estrecha hendidura, se toparon con una cavidad mayor que albergaba restos de huesos humanos y cuencos cerámicos.
Cueva de Nerja, Málaga.
El profesor Gascó detalla cómo a lo largo de los años se han ido sucediendo los hallazgos, dividiéndose la cueva en varias salas como la sala del cataclismo, la sala de los fantasmas, la sala de belén o la sala de la cascada o del ballet. Destaca la labor de la Fundación de la Cueva de Nerja en la exploración, investigación, conservación y difusión de los descubrimientos realizados en este lugar.
El foco principal de investigación de la cueva en los últimos años reside en sus pinturas rupestres, datadas entre 20.000 y 18.000 años, según el estudio más reciente de 2017, atribuyéndose a humanos modernos del periodo Magdaleniense. Desde esta fecha, la cueva ha sido habitada o visitada a lo largo del tiempo, como evidencian los restos encontrados durante las diversas excavaciones arqueológicas.