18 de octubre de 2023. Gemma Bedia Bueno es una de las ponentes del I Congreso Internacional de Seguridad y Defensa: relaciones UE-Magreb que organiza la Universidad Isabel I en colaboración con el Ministerio de Defensa. Es licenciada en Derecho, Máster en Derecho Internacional y Comparado y Máster en Derecho de la Unión Europea. Ha trabajado en Bruselas para diferentes organismos públicos y privados como la Comisión Europea y la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), entre otros. Cuenta con amplia experiencia en asuntos públicos en el campo de la energía y medio ambiente, trabajando con las instituciones europeas, organizaciones de la sociedad civil y redes europeas. Actualmente es analista de políticas europeas sobre energía y cambio climático, Associate Director en Kreab España. Hemos querido aprovechar su presencia en el congreso para preguntarle sobre cuestiones relativas a las relaciones entre ambas regiones.
Después de haber trabajado en diferentes organismos públicos de la Unión Europea en Bruselas, ¿qué relevancia crees que tiene el papel de la presidencia de España en la Unión Europea?
Este año la presidencia española está siendo muy importante, porque es la última presidencia antes de las elecciones del Parlamento Europeo. Es, por así decirlo, una presidencia escoba, que lo que va a tratar es de alcanzar el mayor número de acuerdos posibles en todos los expedientes que se están ahora negociando en las discusiones interinstitucionales. Esta presidencia es muy importante y está dando mucha visibilidad a España. Coincide también con la COP28 que se celebrará a finales de noviembre. Esta presidencia está demostrando el fuerte compromiso de España en la transición energética.
Como experta en relaciones internacionales, en tu trabajo en las instituciones europeas, dime cuál es tu punto de vista en la relación actual que existe entre la Unión Europea y el Magreb.
Pues desde que se produjo la guerra en Ucrania, las relaciones Unión Europea y Magreb se han estrechado. Son ahora dos actores que se necesitan mutuamente en cuestión de transición energética y la cooperación es cada vez más cercana, tanto de producción de hidrógeno, como en el despliegue de las energías renovables.
¿Cómo crees que está enfocando el Green Deal europeo las relaciones con el de Magreb? ¿Consideras que los países magrebíes tradicionalmente exportadores de fuentes de energía no renovables como el gas pueden adecuarse a los nuevos conceptos verdes de la Unión Europea?
Lo que está claro es que la transición energética ya es una realidad y todos los países se están posicionando a favor de ella. Un ejemplo claro está en Marruecos y Túnez que ya se han posicionado como potenciales países de producción de energía solar y eólica. También es interesante ver como países como Argelia ya precisamente este año han propuesto su plan nacional de hidrógeno. Por lo tanto, sí que se están dando pasos para esta transición energética. Por lo tanto, el futuro irá por ahí. Dejaremos el gas a un lado y nos dedicaremos más al hidrógeno.