23 de junio de 2022. El último informe sobre el Análisis del Abandono de los Estudiantes de Grado en las Universidades Presenciales en España señala que la Universidad Isabel I cuenta con la menor tasa de abandono en las universidades online, un 17.7%, quedando al menos 5 puntos porcentuales por debajo de la tasa de abandono del resto de universidades online, e incluso de varias universidades presenciales.
Para llevar a cabo este estudio, desde la Universidad Complutense de Madrid, han utilizado los microdatos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), que han sido complementados con información procedente del Instituto Nacional de Estadística (INE). La variable utilizada es el abandono del sistema universitario, que ocurre cuando un estudiante no sigue matriculándose en cursos posteriores.
Tasa de abandono por debajo de la media nacional
La tasa de abandono de la Universidad Isabel I está también por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 20.8%. En este caso, la cifra corresponde a la media elaborada tanto de universidades presenciales (13.5%) como no presenciales (53.4%). Es destacable la tasa de abandono en las universidades no presenciales, 53.4%, donde uno de cada dos estudiantes abandona sus estudios antes de finalizar el grado, razón por la que destaca aún más la baja tasa de abandono de la Universidad Isabel I.
El análisis realizado y sobre el que se centra el estudio está enfocado a estudiantes de Grado, por lo que desde el área de Calidad de la Universidad Isabel I se ha querido resaltar que “en el caso de los estudiantes de máster la tasa de abandono se sitúa en el 2%”. Estos datos indican que el sistema tecno-pedagógico propio con el que cuenta la Universidad Isabel I es altamente efectivo, ya que además logra una tasa global de éxito de sus alumnos del 82.76%.
La clave del éxito
Entre los factores que explican la baja tasa de abandono de la Universidad Isabel I se encuentra al alumno como protagonista y centro del proceso enseñanza-aprendizaje. En torno a él, gira el modelo tecnopedagógico de desarrollo propio, creado por la propia Universidad Isabel I, que atiende a las necesidades de la sociedad actual.
También cabe destacar el contacto directo con el profesor desde el primer día. El docente es el responsable de la asignatura y quien realiza un seguimiento prácticamente diario de la evolución de los alumnos, anima a participar en los foros, corrige de las actividades y coordina las tutorizaciones para resolver dudas que puedan quedar pendientes.
El aula virtual es entorno en el que contactar con los compañeros, a través del espacio virtual de la cafetería. Allí, los alumno dispone de los recursos de aprendizaje tanto de los temas teóricos como de las unidades evaluables o los multi-recursos en diversidad de formatos, siendo el alumno quien elige cómo estudiar.
Otro elemento clave es la interactividad de los recursos, diseñados para que el alumno sea un agente activo y acceda a contenidos multimedia que aumenten su motivación a la hora de aprender un concepto complejo. Además, la Universidad facilita la accesibilidad de los contenidos para aquellas personas que tengan alguna dificultad para el proceso de aprendizaje.
El sistema de evaluación de la Universidad Isabel I es flexible. Es el alumno quien decide qué tipo de aprendizaje le conviene más en cada momento o asignatura, pudiendo optar por la evaluación continua o por el trabajo final (PEC), al que se sumará el examen de cada asignatura.
Todas estas fortalezas de la Universidad Isabel I son la clave del éxito para evitar el abandono universitario, datos que se plasman a través de en las encuestas de satisfacción del alumno y en la tasa global de rendimiento (94.54%).