Lucía Rodríguez recibe un premio por su tesis doctoral
23 de febrero de 2023. Lucia Rodríguez Málaga, Directora del Máster en Neurociencia y Educación de la Universidad Isabel I, ha recibido el premio extraordinario por su tesis doctoral sobre la autorregulación para la escritura en educación primaria. Desde la Universidad hemos hablado con ella y nos ha contado más sobre su tesis.
- ¿Cuál ha sido el premio que te han otorgado?
Es un premio extraordinario que se convoca para tesis doctorales, en este caso para las tesis presentadas en el año 2021. Se presenta una serie de candidatos de distintas áreas: ciencias sociales y jurídicas, ciencias de la salud, etc. En mi caso, me presenté por el área de ciencias sociales y jurídicas porque, aunque estudié psicología, mi tesis doctoral está enfocada a la educación.
Quedé tercera de todos los candidatos que se presentaron, y en psicología fui la única premiada, por lo que estoy muy contenta con este premio.
- ¿Consideras que ha sido un esfuerzo a todo el trabajo que has realizado?
Si, porque son premios que a pesar de que puedas tener muchísimos méritos durante la tesis, todos los candidatos tienen tesis competitivas. El tribunal te va a valorar en función de tus méritos, pero claro, no sabes cuánto currículum doctoral tiene el resto, por lo que estás un poco en la incertidumbre, y cuando lo logras, es una alegría inmensa.
- ¿Cómo te hace sentir este reconocimiento?
Es como un cierre perfecto a todo el esfuerzo y sacrificio realizado durante 5 años (que se dice pronto). Me siento muy feliz, ya que lograr un premio así… ocurre una vez en la vida. Detrás de las publicaciones, en mi caso, hay un trabajo experimental de años, muchísima incertidumbre, dificultades, imprevistos… siempre digo que para mí la tesis ha sido como mi hija, una dedicación al completo, que va más allá de lo que cabe en una hoja de curriculum.
Lucía Rodríguez durante el acto de reconocimiento
- ¿Cómo se llama tu tesis y en qué consiste?
Mi tesis se llama ‘Análisis componencial de la instrucción estratégica y autorregulada en escritura, evaluación e intervención online’. Se basa en enseñar al alumnado de cuarto de educación primaria, ya que son los que se encuentran en una etapa intermedia, a escribir con técnicas de autorregulación, entrenamiento y mejora de sus capacidades metacognitivas.
Todo ello se ha hecho desde un diseño de investigación innovador en el área, ya que se emplean múltiples medidas repetidas (para tomar mediciones de la evolución del alumnado) y a largo plazo. Esta tarea realizada en colegios fue muy laboriosa, ya que tenía que desplazarme por varios colegios de Asturias durante meses para recoger los datos.
También se han empleado smartpens o bolígrafos inteligentes, con el objetivo de recoger el proceso de escritura del alumnado, sus pausas, su ejecución y datos de pensamiento en voz alta (el bolígrafo es capaz de recoger la voz del alumno) para después analizar si estaba haciendo uso de la estrategia enseñada.
Además del propio proceso de evaluación, la formación de los docentes que iban a implementar el programa fue un punto clave. En esta tesis doctoral son los propios docentes, una vez entrenados, quienes aplican el programa de intervención, diseñado específicamente para el alumnado de 4º de Primaria. Por lo tanto, la formación a los docentes y el diseño del programa son elementos a los que tuve que dedicarle muchísimo tiempo. No obstante, una vez finalizada la tesis, algunos de estos docentes continuaron usando el programa, esto es fundamental, porque no se queda solo en el campo de la investigación, si no que tiene su aplicabilidad “social”, ya que los docentes continúan luego trabajando de la manera en la que se les enseña.
- ¿Cuál es la aplicación práctica que tiene la tesis?
Normalmente, en las escuelas y colegios de España, la enseñanza de la escritura se hace de manera tradicional. Los profesores, por cuestiones de tiempo, recursos o falta de información, se centran en enseñar caligrafía, ortografía y poco más. Sin embargo, tal y como muestra la investigación, la enseñanza de la autorregulación y de las estrategias metacognitivas son clave y esenciales para que un alumno adquiera adecuadamente la competencia escrita. De hecho, el objetivo de la tesis (entre otros) es prevenir las dificultades de aprendizaje en torno a la enseñanza de la competencia escrita.
Se enseñan estrategias para planificar y redactar (grosso modo, ya que el programa de intervención implica mucho más) y que luego se pueden aplicar en cualquier tipo de texto. De esta forma, lo que hace el docente es que si continúa trabajando con estos contenidos puede ver una detección temprana de las necesidades, en qué momento de la escritura se encuentra el alumnado, qué es en lo que falla y si puede mejorar. Luego se le dota de estrategias que puede utilizar en su día a día para que el alumnado vaya adquiriendo la competencia escrita.
- ¿Por qué te decidiste por este tema?
En un principio iba a investigar sobre autorregulación en educación superior y dificultades de aprendizaje, es decir, con estudiantes universitarios. Luego me propusieron este tema y me pareció relevante porque la escritura es una competencia básica, de hecho, la Unión Europea reconoce la expresión y comprensión escrita como una de las siete competencias clave que todos los individuos necesitan para el desarrollo y la realización personal (inclusión social y el empleo, por ejemplo). Además, el tema contemplaba la enseñanza y entrenamiento en autorregulación y metacognición, que es necesaria para todo en esta vida.
Sin capacidad de metacognición y de autorregulación, realmente no puedes hacer nada, y mucho menos en la escritura, que es una competencia que como bien dicen los expertos, tarda muchísimos años en desarrollarse. Esta tesis estaba ligada a un proyecto nacional competitivo e íbamos a tener recursos económicos para poder sacarla adelante. Había un diseño experimental bueno y novedoso, que no se había hecho hasta entonces, y dije adelante con la tesis.
- ¿Cuáles son algunas de las trabas que has encontrado en estos cinco años?
El primer año de doctorado lo utilicé para comenzar esa primera tesis que iba a hacer. Cuando hice el cambio, me encontré con cuatro años muy justos para realizar este proyecto, ya que se trataba de un proyecto a nivel nacional. Al ser un proyecto nacional tienes que rendir mucho porque hay que presentar evaluaciones al ministerio de economía (era el organismo que financiaba la tesis), tienes que presentar resultados, ya que al fin y al cabo es una tesis que está ligada a una cuantía económica y esperan ver resultados.
Otra de las principales y grandes dificultades, fue encontrar colegios y profesorado verdaderamente implicados. Fue un proceso que me llevo meses. Las reuniones con directores siempre son un tema delicado, ya que tienes que exponerles el proyecto, horas de dedicación… y en este caso, el profesorado iba a tener que dedicarle un tiempo considerable a la semana…Una vez que acceden a participar, las trabas que encontré fueron que el profesorado se mostrase con ganas durante los meses que dura la intervención y también el alumnado, la propia perdida muestral ocasionada por faltar a los días de evaluación, que haya alumnos que enfermen, etc.
Después de todo eso, viene la segunda parte, la publicación… aunque daría para una entrevista aparte…grosso modo, publicar en revistas de alto impacto es una prueba de fondo… hay muchas variables que no controlas. En mi caso, mi primer artículo se publicó en una revista JCR Q1, es decir, lo mejor del área. El artículo paso por dos tribunales de tres personas, y cuando casi estaba a punto nos “cayo” un revisor, es decir, tocaba de nuevo enfrentarse a la evaluación de otra persona… no sólo son las preguntas que te hacen, los cambios que tienes que hacer (y que te ayudan a mejorar muchísimo), sino la sensación de que el proceso no termina. También es cierto que en mi caso ya estaba muy cansada de todo el proceso de intervención, de redacción, del análisis de texto... Creo que llega un punto en la tesis que, aunque te guste la temática y este yendo todo lo bien que se puede…, ya necesitas desconectar. A lo anterior hay que añadir la dificultad del idioma, toda la tesis la hice en inglés, y en ocasiones, comunicarte en otro idioma (durante las estancias, para la revisión de los artículos…), suponía una dificultad añadida.
Por otro lado, a nivel más personal, debes tener la capacidad de sacarlo todo tu sola adelante (al menos en mi caso), y para ello necesitas de capacidad de autonomía, reflexión, búsqueda de alternativas, capacidad de previsión importante, y luego el esfuerzo de coordinar a muchos profesores, colegios y con todo eso verte solo… no fue una situación nada fácil. Además, no hay que olvidarse que son 5 años, es decir, en cinco años a nivel personal y no solo académico, pueden pasar muchas cosas, y evidentemente, la tesis depende únicamente de ti, por eso cuidarse a nivel de salud física y mental, es fundamental (yo intenté hacer alguna de las dos…aunque francamente no pude jaja)
Lucía Rodríguez con su diploma de reconocimiento a su tesis doctoral
- ¿Cuáles han sido los resultados positivos?
Al margen de ver que los estudiantes mejoran, es ver que el programa funciona y que puede llevarse al ámbito escolar, es decir que tiene aplicabilidad, que no se queda solamente en un artículo de investigación, es que esté proyecto me ha dotado de una comprensión de mí misma a nivel psicológico en ciertas situaciones de estrés y de muchísima dificultad. Como se suele decir, entre tiburones no se puede sangrar, y el entorno académico, al menos el que yo he vivido, fue muy competitivo, por lo que me ha dotado de habilidades que, a día de hoy, quizás no hubiera conseguido desarrollar en las maneras en las que las he desarrollado, no solo a nivel técnico de ser capaz de sacar una tesis de un nivel elevado de complejidad, sino a nivel personal, saber llevar situaciones tensas y lidiar con críticas y dificultades. La tesis para mí ha sido una carrera de fondo y, en muchas ocasiones, de ponerme al límite. Este tipo de situaciones, desde mi punto de vista, te dotan de fortaleza mental, aunque también es cierto que te pasan factura (no nos vamos a engañar jeje.
- ¿Cómo ha sido la experiencia de realizar esta tesis? ¿Cuál ha sido el momento que más destacas?
Los momentos de mayor felicidad fueron los de aceptación de los artículos, porque son artículos que me han llevado años, que te paras a pensarlo y dices ¡dios mío! Son años de tu vida. Cuando me llegó el correo de aceptación de los artículos, para mí no hubo mayor premio. Además, el tiempo de espera durante la revisión de los artículos se hace duro (teniendo en cuenta que hay un tiempo límite para el desarrollo de la tesis, al menos en la universidad de Oviedo).
También he sido muy feliz durante las estancias de doctorado en el extranjero y cuando he tenido que realizar ponencias en diferentes zonas de España y Europa. Son experiencias únicas, que te dotan de habilidades de comunicación, conocer otros lugares…
- ¿Qué consejos les darías a aquellos estudiantes que quieren presentar su tesis doctoral?
A nivel personal, yo les aconsejaría que eligieran muy bien a sus directores de tesis, porque van a ser sus “padres académicos” y tendrán que convivir con ellos durante bastante tiempo. También les aconsejo elegir muy bien el tema, te tiene que gustar o al menos, tener un aliciente (vocacional, económico…) porque vas a pasar mucho tiempo con ello, incluso gustándote mucho tendrás momentos de decir… ¡no puedo más!
Será crucial saber poner límites (al trabajo, a situaciones difíciles que puedan surgir…), es decir, saber cuidar de uno mismo durante todo el camino. Igual de importante es crear recuerdos bonitos, porque al final, será lo único que te lleves, más allá de las publicaciones, o de los méritos académicos, es muy necesario que durante el camino se abran espacios para el disfrute. Recalco esto último como persona que le costó mucho hacerlo, me pasaba muchísimo tiempo trabajando … al final, necesitas desconectar y es importante cuidar este aspecto.