La Real Xociedad con el trofeo de subcampeonas de la Copa de la Reina 2024, equipo de Nahia Aparicio e Izarne Sarasola, alumnas de CAFD en la Universidad Isabel I.
20 de mayo de 2024. La Real Sociedad no pudo superar el reto de enfrentarse al FC Barcelona en la final de la Copa de la Reina, celebrada en La Romareda, Zaragoza. A pesar de las esperanzas y el esfuerzo del equipo txuri-urdin, la superioridad del conjunto azulgrana se impuso desde los primeros minutos del encuentro. Nahia Aparicio, alumna del Grado en CAFD de la Universidad Isabel I, salió al campo con el número 4 para reforzar la portería como defensa, mientras que Izarne Sarasola, también alumna de CAFD, se mantuvo de reserva en el banquillo.
El equipo dirigido por Natalia Arroyo llegó a la final tras un duro camino, superando al Sporting de Huelva, Levante y Atlético de Madrid en las etapas anteriores. Sin embargo, desde el inicio del partido, el Barça demostró por qué es considerado uno de los mejores equipos del fútbol femenino mundial.
“La ilusión nunca se pierde y la esperanza tampoco, pero éramos conscientes de que son el mejor equipo del mundo y es muy difícil ganarles”, subrayó Nahia Aparicio al departamento de Comunicación de la Universidad Isabel I.
La ilusión de la Real Sociedad duró apenas cinco minutos, momento en que el Barcelona abrió el marcador. Un pase filtrado de Pina a Batlle culminó en un rechace aprovechado por la misma Batlle para poner el primer gol. La presión fue en aumento hasta lograr un abultado marcador. “No fue el día. Sabemos que podemos dar una versión mejor que la que dimos en el partido, pero las cosas que teníamos planeadas no salieron”, indicó Nahia.
A pesar del marcador adverso, que finalizó 0-8 para las vascas, las jugadoras de la Real Sociedad no dejaron de intentarlo. Nahia Aparicio indicó que les marcaron fácil y las estrategias que tenían pensadas para el desarrollo del partido, no funcionaron.
La afición txuri-urdin en La Romareda, con un campo en el que estuvieron 25.617 aficionados de ambos equipos, no dejó de animar en ningún momento, demostrando un apoyo inquebrantable a su equipo a pesar del abultado marcador en contra. “Lo mejor del partido fue la afición. No esperábamos que se desplazara tanta gente y, la verdad, se portaron de 10”, explicó Nahia.
Intentos de contraataque y esporádicas llegadas al área rival fueron las señas del esfuerzo realista, aunque sin poder superar a una defensa y portera del Barça que estuvieron impecables.
El equipo de San Sebastián intentó reaccionar en varias ocasiones, con centros desde la banda derecha y remates que la guardameta del Barça, Sandra Paños, logró detener sin mayores problemas. La resistencia defensiva de la Real Sociedad fue admirable, aunque insuficiente ante un Barça que no quitó el pie del acelerador en ningún momento. Nahia reconoce que era su primera final y siendo joven, quizá “me pudo la presión, pero de esto se aprende también”, matizó la jugadora.
A pesar del resultado final, que igualó el récord histórico de la mayor goleada en una final de la Copa de la Reina (8-0), la Real Sociedad puede estar orgullosa de su recorrido y esfuerzo en esta competición. Las jugadoras y el cuerpo técnico demostraron una gran profesionalidad y espíritu de lucha ante un rival formidable.
El próximo objetivo para la Real Sociedad será cerrar la temporada de la mejor manera posible en la Liga F, donde ocupan la octava posición. La experiencia y las lecciones aprendidas en esta final seguramente fortalecerán al equipo para futuros retos. “Ahora queremos dar lo mejor en los últimos tres partidos que nos quedan de liga y a ver si sacamos algún punto más”, subrayó Nahia.
La comunión entre las jugadoras y la afición al finalizar el partido fue un claro reflejo del orgullo y la resiliencia de la Real Sociedad. A pesar del duro golpe, el equipo txuri-urdin tiene razones para mirar al futuro con optimismo y seguir trabajando para alcanzar nuevos éxitos.
Para la Universidad Isabel I, ser subcampeonas nos llena de orgullo y queremos animar tanto a Nahia Aparicio como a Izarne Sarasola, también alumna de CAFD de la Universidad Isabel I que, a pesar de ser reserva en el partido, estuvo apoyando al equipo durante los 90 minutos.