Localización de la cueva de Misliya, en el Monte Carmelo de Israel, donde se ha encontrado el maxilar izquierdo a partir del que el estudio documenta la primera salida de poblaciones humanas anatómicamente modernas del continente africano.
29 de enero de 2018. Laura Rodríguez, profesora de la Universidad Isabel I, participa en un equipo internacional que ha documentado la primera salida fuera de África de nuestra especie Homo sapiens, en un trabajo que ha publicado la prestigiosa revista científica Science.
El trabajo ha sido realizado por un equipo multidisciplinar e internacional que integra investigadores israelíes, austriacos, americanos, australianos, franceses, ingleses, suizos, chinos y españoles. Entre éstos últimos destaca la relevancia de investigadores burgaleses vinculados al Centro Nacional de la Evolución Humana (CENIEH), el Museo de la Evolución Humana (MEH) representado en Juan Luis Arsuaga, la Universidad Isabel I y la Universidad de Burgos.
El estudio documenta, a partir de un maxilar izquierdo humano de la cueva de Misliya, en el Monte Carmelo de Israel, que en torno a hace unos 185.000 años se produjo la primera salida de poblaciones humanas anatómicamente modernas del continente africano. Estos datos retrasan antigüedad de la primera dispersión de nuestra especie en unos 60.000 años, que hasta ahora estaba documentada en China y el Corredor Levantino.
Cueva donde se ha hallado el maxilar izquierdo.
El estudio está sustentado en una precisa datación del contexto del fósil mediante series de Uranio (U-Th) y Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR).
Reconstrucción digital del maxilar izquierdo.
Los trabajos realizados mediante tomografía y microtomografía axial computerizada han permitido no sólo estudiar la forma externa de la mandíbula y los dientes, sino acceder al conocimiento de la anatomía interna. Gracias a ello y a las comparaciones establecidas con otros fósiles, la clasificación del resto humano como sapiens es inequívoca.
Reconstrucción digital del maxilar izquierdo.
Esta primera dispersión no africana fue realizada por grupos humanos cazadores de gamos, gacelas y uros, que eran conocedores del fuego y de una tecnología del trabajo de la piedra para la realización de sus instrumentos similar a las de las poblaciones africanas de la misma cronología.
El trabajo representa un punto de inflexión en el conocimiento de nuestras primeras dispersiones fuera de África y abre la puerta a entender las rutas y tiempos en que éstas se produjeron y los contextos sociales y climáticos que acompañaron a estos grupos humanos.