Alumnos en el laboratorio de química.
4 de abril de 2024. En un esfuerzo por armonizar la educación tradicional con las nuevas corrientes pedagógicas, la profesora Sheila López Pérez, directora del Grado en Filosofía, Política y Economía en la Universidad Isabel I, aborda la integración de la enseñanza STEAM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) con el enfoque mayéutico. El enfoque mayéutico es el utilizado por Sócrates por el cual el maestro hace que el alumno descubra conocimientos a través de preguntas.
La educación mayéutica, derivada del griego que significa "dar a luz", se centra en guiar a los estudiantes para que descubran ideas por sí mismos, fomentando la creatividad y el pensamiento crítico. En este modelo, los profesores actúan como facilitadores, haciendo preguntas que llevan a los estudiantes a descubrir respuestas por sí mismos, promoviendo así la participación activa en el proceso de aprendizaje.
En contraste, la educación bancaria, según la expresión del educador brasileño Paulo Freire, se basa en la transmisión pasiva de información, sin fomentar el cuestionamiento crítico, ni el diálogo entre maestros y alumnos.
Según la profesora Sheila López, la Educación STEAM busca integrar disciplinas para promover el pensamiento interdisciplinario, la creatividad y la innovación. La filósofa destaca en su artículo que existen ciertos límites y desafíos en su implementación a nivel mundial. Entre las limitaciones, Sheila López menciona la falta de énfasis en humanidades y ciencias sociales, el costo de equipos y materiales especializados, la brecha de género, la formación insuficiente de docentes y un enfoque excesivo en la tecnología.
La profesora aboga por un modelo educativo híbrido que combine lo mejor de ambos mundos: la creatividad y el pensamiento crítico de la educación mayéutica, junto con las oportunidades y herramientas tecnopedagógicas de la educación STEAM.
Este enfoque híbrido podría utilizar las nuevas tecnologías, como inteligencia artificial y realidad virtual, para enriquecer el proceso de aprendizaje y fomentar habilidades críticas en los estudiantes. La clave radica en evitar la reducción de la educación a un enfoque puramente instrumental y tecnológico, recordando la importancia de los contenidos y habilidades para un aprendizaje integral.
En última instancia, la meta de la Educación es construir ciudadanos completos y complejos capaces de abordar los desafíos sociales desde diversas perspectivas. Este enfoque integrador busca dar forma a una experiencia de aprendizaje que refleje la riqueza y complejidad del mundo que nos rodea, manteniendo la esencia de la educación de calidad desde la época de Sócrates y la mayéutica. “La única manera de construir un ciudadano completo y complejo es construir una visión completa y compleja del mundo desde los centros educativos, de modo que los estudiantes sean capaces de abordar los problemas sociales desde diferentes niveles y perspectivas”, concluyó Sheila López.