I Congreso Internacional de pensamiento, cultura y sociedad.
7 de marzo de 2022. Sheila López Pérez, docente de la Universidad Isabel I, será ponente en el Proyecto LOGOS, que se enmarca en el I Congreso Internacional de Pensamiento, Cultura y Sociedad, organizado por la Universidad de Córdoba los días 4 y 5 de abril. La comunicación de Sheila López se enmarca dentro de la sección "Filosofía de la cultura. Filosofía y sociedad. Filosofía política. Filosofía del derecho".
‘La labor de la teoría para Max Horkheimer: un espacio resguardado del mundo con la capacidad de transformarlo’ es el título de su presentación. La docente señala que la teoría es clave a la hora de cambiar la realidad. “Sin la teoría, cualquier práctica puede desembocar en la barbarie. La lucha por una realidad mejor debe partir de una teoría capaz de pensar qué es un lugar mejor, y por qué el que hay no es un lugar mejor. Por todo esto, la presente ponencia se encamina a reafirmar la importancia de la teoría en un tiempo de pragmatismo descontrolado”, explica.
El objetivo de su exposición está orientado al análisis que busca rescatar aquello a lo que ya Horkheimer apuntó: “si una teoría quiere ser justa y humanista, debe conformarse como teoría negativa que designe qué debe ser cambiado, y no como teoría afirmativa que asegure haber dado con el estado definitivo y deseable de las cosas. La teoría no debe prometer llegar a una sociedad sin desajustes, incertidumbre o complicaciones. La teoría debe acercarnos a una sociedad que busque, como sociedad democrática, participativa y técnicamente pudiente, erradicar todo lo que los medios materiales, productivos y educativos pueden llegar a erradicar”.
Para Sheila López, la teoría debe acompañar a aquello que es transitorio –los cambios de la realidad- para hacerlo frágil y perecedero. “No existe –ni debemos permitir que exista- una teoría final que formule la relación entre individuo, sociedad y naturaleza: la teoría debe estar radicalmente condicionada por aquello de lo que habla, y por tanto debe transformarse cuando esto se transforme. La teoría, por ende, debe ser dialéctica y efímera”, subraya la docente.
En sus conclusiones, Sheila López matiza que lejos de tratar el mundo tal y como este exige ser tratado, de manera compleja y multidimensional, los individuos miran el mundo con un discurso cada vez más simplificado y reduccionista, un discurso alentado por los canales de socialización y los medios de comunicación. “La ausencia de teoría es palpable en estos discursos, plagados de datos parcelados y precarios, así como en el pensamiento de los individuos”, argumenta.
La docente recalca que debido a todo esto, “se hace necesaria una educación crítica en la cultura y en la teoría, una educación capaz de subvertir la paulatina simplificación -lo que se traduce espontáneamente en radicalización- de la capacidad de pensar y por lo tanto de interpretar la realidad”.