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23 de enero de 2024. En el capítulo titulado "La Democracia Mediática y sus Consecuencias en el Espacio Público", incluido en el libro Periodismo, Ciudadanía y Política en el Escenario Digital, la profesora Sheila López Pérez, Directora del Grado en Filosofía, Política y Economía de la Universidad Isabel I, aborda la transformación del espacio público actual. La docente introduce el término "democracia mediática" para describir el cambio radical en el diálogo político. En la actualidad, este diálogo se aleja de las interacciones directas entre ciudadanos y sus representantes electos, derivando hacia un espacio dominado por actores alejados de la ciudadanía real: el poder económico, empresarial y político. Estos grupos dialogan entre sí, a menudo en privado, mientras su mensaje público es cuidadosamente moldeado por el poder mediático.
Según Sheila López, esta situación no es completamente nueva, ya que las oligarquías siempre han ejercido un poder considerable. Sin embargo, lo que destaca en la era actual es la pretensión de los portavoces del poder democrático de fomentar la participación ciudadana, cuando en realidad es el poder mediático el que se interpone entre el poder y los ciudadanos. Este poder mediático, argumenta, se ha convertido en el principal generador de ideas políticas entre la ciudadanía.
En el pasado, otros medios como panfletos y periódicos desempeñaron un papel similar en la organización de la participación política y la generación de la opinión pública. No obstante, lo preocupante en la actualidad es la pérdida de la función crítica de los medios, que ahora se inclinan hacia ser un apéndice de los intereses empresariales y políticos.
En especial, los medios audiovisuales crean una "realidad virtual" que reemplaza al antiguo escenario político a través del concepto de "infotainment" (información que debe ser entretenida y, por lo tanto, limitada). Este fenómeno convierte la democracia en una "democracia mediática" que, paradójicamente, resulta ser poco democrática.
Despolitización gracias a la tecnología
En sus conclusiones, la autora profundiza en el tema de la despolitización, argumentando que, si bien la tecnología ha acelerado la distribución de la información, no garantiza una comunicación efectiva. La profesora expone “cómo la reducción de la esfera pública material y el aumento de la interacción virtual han facilitado la transformación de ciudadanos en consumidores pasivos, alejándolos de una participación activa en asuntos políticos y sociales”, detalla.
López cita a figuras como Chomsky y Schumpeter subrayando cómo la ignorancia y la manipulación mediática afectan la comprensión y participación ciudadana en la política. La autora lamenta la trivialización de los debates políticos y la manipulación de la información por parte de medios más interesados en el beneficio económico que en el periodismo responsable.
Finalmente, Sheila López advierte que, a pesar de las apariencias, el gobierno formado por una élite distanciada de la ciudadanía, persiste incluso en democracias avanzadas. Resalta la necesidad de contrarrestar esta tendencia y fomentar un espacio público donde el diálogo político incluya a todos los ciudadanos, no solo a las élites.