Sección de la portada del libro.
7 de julio de 2023. La Directora del Grado en Filosofía, Política y Economía, Sheila López Pérez, acaba de publicar dos capítulos en el libro ‘Recorridos didácticos de las ciencias sociales y humanas: la cultura que nos da forma’, de la editorial Dykinson.
En el capítulo 17 de esta obra titulado ‘Sobre las opiniones colectivas y el pensamiento de grupo’ la docente analiza la negativa del pensamiento colectivo de cada época y cómo se convierte en dogma jugando un papel crucial en la historia humana. “La adaptación a lo que ya hay y a las opiniones colectivas son las grandes herramientas del estacionismo, mientas que la capacidad imaginativa y la libertad individual son las herramientas de la apertura, la pluralidad y la convivencia”, argumenta Sheila López.
La filósofa de la Universidad Isabel I señala que en este capítulo se recorren los puntos de la esfera social que gobierna a la población por encima de todo raciocinio, centrado en el pensamiento de grupo y las opiniones colectivas. “Trazamos algunas de sus características y sus mecanismos, así como las repercusiones y consecuencias que tiene este fenómeno”, explicó. Sheila López manifiesta fundamental bosquejar este concepto en la actual época de las redes sociales.
Por otra parte, en el capítulo 49 de la obra, Sheila López diserta sobre ‘¿Qué es un individuo “educado”? Una lectura del ‘proceso de individualización’ y su importancia para convivir con y en la diversidad’. En este capítulo reflexiona sobre “qué elementos nos convierten en humanos”. Para Sheila López, la individualidad, la palabra, la posibilidad de elegir cómo dialogar o la capacidad de comprensión de uno mismo y los demás son algunos de esos elementos a estudiar.
“La educación posibilita crear vidas autónomas y emancipadas en un mundo siempre compartido y es uno de los muchos proyectos que pueden construirse en sociedad”, indicó. Pero para la profesora López, no es el único, ya que “la educación sirve tanto para aprender a respetar como para vilipendiar, para crear posibilidades de libertad como para homogeneizar, para defender el determinismo histórico como para tratar la realidad como una historia sin final concluyente”. La docente indica que se debe considerar, no obstante, la educación como un foro para la convivencia, la democracia y la libertad.
Portada del libro.