Pier Paolo Pasolini, director de cine y filósofo. Fotografía publicada por Clarín.com.
27 de julio de 2023. Bajo el título ‘Lenguaje intransigente para tiempos de banalidad: el legado de Adorno y Pasolini’, Sheila López Pérez, Directora del Grado en Filosofía, Política y Economía de la Universidad Isabel I, acaba de publicar un artículo en la revista Las Torres de Luca. Esta revista internacional de filosofía política recoge en su último número el trabajo de la profesora López que analiza la crítica de Adorno y Pasolini a la era abierta por el Mayo del 68 y traslada su reflexiones hasta nuestros días.
El artículo parte de la denuncia de la “intolerancia” y el “dogmatismo” que ambos autores achacaron al movimiento de este momento histórico que se orientaba hacia el menosprecio del pensamientos reflexivo, la teoría y la cultura. Sheila López presenta la “lucha desde la teoría de Adorno y Pasolini y su posicionamiento como filósofos inorgánicos ante una época de activismo irreflexivo”, argumenta.
Sheila López explica cómo las luchas sociales que acaecieron en 1968 trataron de poner patas arriba el modelo social del Estado de Bienestar y la expansión de la industria derivadas de la Segunda Guerra Mundial, al considerar que estas revueltas sociales “clamaron por luchar contra un modo de vida desfasado y heredado de generaciones anteriores, manteniendo una respuesta contra el establecimiento de una sociedad de consumo que priorizaba lo mercantil frente a lo humano”.
Adorno y Pasolini, explica la docente, lucharon por la justicia social, la tolerancia y la libertad. La profesora López Pérez indica que “en su opinión, los rebeldes fueron igual de dogmáticos e intolerantes que el moralismo contra el que afirmaban combatir. La banalidad personal y la indiferencia por las cuestiones sociales serán los resultados de aquellas luchas sociales”. Y los resultados de ellas llegan hasta nuestros días.
Falso progresismo
Para Sheila López, ambos autores reflexionan sobre el falso progresismo y por acaparar el espacio de un verdadero progresismo. Adorno consideraba que la actitud de los jóvenes del 68 “era tan fascista como aquella que supuestamente querían derribar pues no toleraban nada que no estuviera de acuerdo con sus directrices”, explica.
Pasolini, por su parte, creció en una época en la que los jóvenes aún observaban a la burguesía como una caricatura, “como un mundo separado e independiente de su mundo”, definido en el neocapitalismo, (donde toda la sociedad era burguesa y coincidía con los deseos y designios burgueses, aunque sin poseer su poder adquisitivo). Para Pasolini, “es un escándalo que los jóvenes del 68 quieran hacerse con el poder que entonces ostentaban sus padres no combatir su mundo”.
Repercusiones en la actualidad
La filósofa añade en las conclusiones de su artículo que en la actualidad, el sistema educativo occidental ha entrado en una fase de desintegración de su función al sufrir una crisis de contenidos que no pasa desapercibida. Se pregunta qué transmite, qué debe transmitirse y con qué criterios, al tiempo que incide en la crisis de los valores que se definen en los contenidos de la sociedad. La coexistencia de la hiperinformación y la ignorancia en la actualidad nos lleva “a una época asíncrona respecto a la historia que nos ha llevado hasta la actualidad”.
Para la profesora López “el hundimiento de los proyectos políticos de izquierda, el triunfo de la sociedad de consumo, la proliferación de una industria cultural reduccionista: todo esto pone de manifiesto la crisis de sentido que rodea a nuestras sociedades”.