Foto de familia en el Colegio Internacional Campolara de Burgos.
17 de noviembre de 2022. Con motivo de la celebración de la Semana de la Ciencia un grupo de profesores de la Universidad Isabel I ha acudido a dos colegios de la capital burgalesa para ofrecer sendos talleres sobre ciencia+diversión y arqueología experimental. El Colegio Internacional Campolara y el Colegio Padre Manjón han sido los centros en los que se han impartido estos talleres didácticos.
José María Arjona, Marta Blanco, Amaya Martínez, Víctor Martínez, Mario Solana y Álvaro Romero de la Facultad de Ciencias y Tecnología (FCyT) se ha trasladado al Colegio Internacional Campolara para realizar un taller de lógica matemática y programación titulado ciencia+diversión.
La catenaria de actividades se ha desarrollado a través de la utilización de diversos materiales manipulativos de una forma lúdica y participativa, sin olvidar las TIC. Su objetivo se ha centrado en atraer el interés hacia la ciencia y fomentar la resolución de problemas desde una perspectiva innovadora, para ahondar en el desarrollo de estrategias y en la forma de razonar, sin olvidar el contenido matemático y tecnológico que subyace.
Álvaro Romero y Mario Solana.
Los alumnos de Secundaria se han enfrentado a varios retos:
- La paradoja del cumpleaños: teoría que establece que en un conjunto de 23 personas hay una probabilidad del 50,7% de que al menos dos cumplan años en el mismo día y para 57 o más la probabilidad es mayor al 99,66%.
- El número Pi con arroz: donde se aplica el método de Montecarlo para realizar una estimación de Pi.
- Rompecabezas, el puzzle de la T: los alumnos construyeron una T mayúscula con cuatro piezas poligonales. “Es un reto que cuando lo propones parece fácil pero te aseguro que en esta ocasión las apariencias engañan”, indicó uno de los docentes.
- El juego de Monty Hall: problema matemático basado en un concurso televisivo estadounidense pero que ha sido exportado y en España ha aparecido en el Hormiguero. El juego consiste en elegir una puerta de tres una puerta entre tres (todas cerradas); el premio consiste en llevarse lo que se encuentra detrás de la elegida. Se sabe con certeza que tras una de ellas se oculta un automóvil, y tras las otras dos hay cabras. Una vez que el concursante haya elegido una puerta y comunicado su elección a los presentes, el presentador, que sabe lo que hay detrás de cada puerta, abrirá una de las otras dos en la que haya una cabra. A continuación, le da la opción al concursante de cambiar, si lo desea, de puerta (tiene dos opciones). ¿Debe el concursante mantener su elección original o escoger la otra puerta? ¿Hay alguna diferencia?
Mario Solana y Víctor Martínez.
La tecnología ha estado presente igualmente en el taller, ya que mediante programación se les muestra una simulación de todas las actividades a excepción del rompecabezas. A través de todas ellas se fomenta no sólo la capacidad lógico-matemática que está relacionada con el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas, presente, obviamente, en este pequeño proyecto, sino otras como la visión espacial necesaria para resolver el rompecabezas y que es imprescindible junto con la lógica y el razonamiento para su resolución. “Al trabajar en grupo se potencian las relaciones interpersonales entre los estudiantes, tanto dentro como fuera del grupo, sin olvidar las habilidad lingüística-verbal, imprescindible en la comunicación”, destacaron los profesores.
Alumnos del Colegio Campolara ante uno de los retos.
Como colofón final en estas actividades se ha preparado un pequeño truco de magia con el que se quedaron boquiabiertos con la habilidad memorística de los docentes, deseando que todos ellos, en mayor o menor medida, se sientan atraídos por el fascinante mundo de las matemáticas, la tecnología y la programación.
Taller de arqueología experimental
Marcos Terradillos en el taller de arqueología experimental.
Por su parte, Marcos Terradillos Bernal, director del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, ha impartido un taller de arqueología experimental en el Colegio Padre Manjón. En ella, los alumnos de tercero de Primaria del CEIP Padre Manjón de la capital burgalesa pudieron aprender cómo vivían los seres humanos de la prehistoria. De la mano de Marcos Terradillos, que además de profesor de la Universidad Isabel I es arqueólogo y experto en prehistoria, los alumnos pudieron conocer entre otras cosas, cómo se hacía fuego en este periodo de la historia o cómo se fabricaban cuchillos a partir de una lasca de piedra.
Marcos Terradillos y un alumno preparando el instrumental para hacer fuego.
El taller de arqueología experimental permite a los alumnos poder aplicar de manera práctica algunas de las actividades que proponga el profesor, con la finalidad de que conozcan las dificultades que se han producido en otros periodos históricos para proveerse de los necesario para la supervivencia. A través del conocimiento y el ingenio, los alumnos descubren en un taller práctico, actividades fundamentales de supervivencia en la prehistoria. Esta forma de explicar la prehistoria facilita su aprendizaje.
Marcos Terradillos mostrando cómo se consigue hacer fuego soplando una pequeña lasca incandescente creada por el rozamiento de maderas.
Marcos Terradillos explicó a los niños participantes en el taller experimental el funcionamiento del primer teléfono de la historia, conocido como bramadera. Se trata de un artilugio en el que se une una tablilla de madera a una cuerda y se hace girar en círculo en torno al brazo a gran velocidad. Este artilugio emite un bramido o zumbido que se puede escuchar a largas distancias.
Marcos Terradillos soplando ante una bola de hierba seca para hacer brotar el fuego.