Imagen del Yacimiento de Baelo Claudia en los que trabaja un equipo de investigación del que forma parte Helena Jiménez, profesora de la Universidad Isabel I.
11 de septiembre de 2017. Entre los meses de agosto y septiembre está teniendo lugar la 5ª fase del proyecto general de investigación Muerte y Ritual Funerario en Baelo Claudia que desarrolla un equipo interuniversitario que coordina el profesor Fernando Prados, del Instituto de Arqueología (INAPH) de la Universidad de Alicante y del que forma parte la profesora de la Universidad Isabel I Helena Jiménez.
La ciudad de Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz), es uno de los conjuntos urbanos hispanorromanos mejor conservados, y por ese motivo ha sido considerado una verdadera 'Pompeya española'. En la actualidad, el Conjunto Arqueológico gestionado por la Junta de Andalucía cuenta además con un museo, laboratorios, biblioteca, etc. y recibe más de 200.000 visitas al año, lo que le convierte en uno de los yacimientos arqueológicos más visitados de nuestro país. Desde el punto de vista de la investigación arqueológica, Baelo Claudia constituye hoy un verdadero 'laboratorio arqueológico', pues en su solar de desarrollan numerosos proyectos de investigación, tanto de universidades españolas como internacionales.
Uno de los últimos capiteles hallados en el yacimiento, en el que destaca su tamaño y calidad. Está hecho en mármol y de ese tipo llegaron pocos a Baelo Claudia, por lo que el mausoleo era de un auténtico 'potentado' de la ciudad romana.
Los mausoleos intervenidos, de una enorme monumentalidad, son reflejo del periodo de esplendor que disfrutó Baelo durante el siglo I d.C. Junto a la información sobre la arquitectura o el ritual funerario, los arqueólogos están detectando nuevas evidencias del devastador terremoto que tuvo lugar a mediados del siglo IV d.C. y que derribó parcialmente los citados monumentos, afectando a otros edificios de esta urbe como la basílica o los templos.
La actual excavación está permitiendo localizar columnas y capiteles realizados en mármol, así como distintos elementos decorativos esculpidos y pintados que formaron parte de la ornamentación de los mausoleos. En paralelo, entre los dos sepulcros ha sido hallada una calle perpendicular a la 'vía de Carteia' que conducía a la ciudad homónima, de 2,15 m de anchura, que presenta igualmente deposiciones funerarias de menor entidad. Estos hallazgos, perfectamente conservados, están apareciendo por debajo de los elementos arquitectónicos que el seísmo derribó sobre la citada calle. Sobre los escombros, el equipo interuniversitario excava también diversos sepulcros cristianos, fechados hacia los siglos V-VI.
Una de las trabajadoras del equipo de investigación en el Yacimiento de Baelo Claudia.
Junto a voluntarios procedentes de varias universidades españolas y extranjeras, el equipo lo conforman Helena Jiménez, profesora de Historia de la Universidad Isabel I, Iván García y María Luisa Millán, técnicos del Conjunto de Baelo, Octavio Torres, investigador de la Universidad de Alicante y Carlos Arteaga, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, todos ellos especialistas en arqueología clásica, arquitectura, antropología física, restauración y arqueosismología. La intervención en este sector viene a completar los trabajos publicados en la monografía 'La muerte en Baelo Claudia' editada por los profesores Prados y Jiménez en 2015 y publicada por las Universidades de Cádiz y Alicante ese mismo año, y tendrá continuidad a lo largo de los próximos meses.