16 de noviembre de 2017. El profesor del Grado en Historia y Geografía de la Universidad Isabel I, Marcos Terradillos Bernal, participa en las VII Jornadas de Arqueología del Valle del Duero, que se están desarrollando en el Museo de la Evolución Humana de Burgos. El docente de la institución académica ha realizado dos ponencias sobre el Paleolítico en la Cuenca del Duero en este encuentro.
En estas jornadas, organizadas por la Asociación Zamora Protohistórica, se presentan las últimas novedades en la investigación arqueológica en este entorno geográfico. Las ponencias que presenta Marcos Terradillos Bernal se centran en la los yacimientos de neandertales de Valdegoba (Huermeces, Burgos) y San Quirce (Palencia).
En la primera de ellas, se han analizado los cuchillos de piedra de Valdegoba, uno de los yacimientos del Paleolítico medio más importantes de la Península Ibérica. Valdegoba ha aportado los únicos restos óseos publicados de neandertales en la Meseta norte, así como evidencias muy relevantes sobre el poblamiento de los últimos neandertales y, en particular, sobre sus respuestas técnicas en relación a actividades domésticas ligadas al aprovechamiento de recursos cárnicos (principalmente de rebeco).
En la segunda se ha presentado la ocupación neandertal de San Quirce, así como una ocupación posterior del Mesolítico final o el Neolítico inicial. San Quirce, yacimiento que codirige Marcos Terradillos, es único en la Cuenca del Duero por la extraordinaria conservación de su registro lítico del Paleolítico medio, que ha posibilitado la realización de estudios técnicos, espaciales y de traceología, además de la obtención de dataciones bastante precisas. San Quirce presenta un registro rico, variado y novedoso, que permite conocer cómo se ha gestionado este espacio, principalmente con el consumo cárnico y el trabajo sobre recursos vegetales (madera y fibras) por parte de los neandertales. En las campañas de excavación 2009-2011 se identificó también una intrusión del Holoceno compuesta por una cabaña y una cubeta rellena parcialmente por sedimentos alterados térmicamente. Podría tratarse de las evidencias más antiguas de sedentarización del norte preninsular.