Alberto Gómez Barahona, rector de la Universidad Isabel I, y Soraya Mayo, secretaria general de ATA, durante la visita de la representante de los autónomos a la sede en Valladolid de la institución académica.
6 de julio de 2017. Soraya Mayo no es ‘sólo’ presidenta de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) en Castilla y León desde el año 2004, secretaria general de ATA a nivel nacional desde 2009 o miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de España. Se confiesa una “friki motivada”, en sus propias palabras, de lo imprescindible de formarse a lo largo de toda la vida profesional, y asegura que tras haber cursado varios másteres online ni se plantea volver a la universidad trandicional, porque valora “la libertad e independencia” que aporta. Con motivo de la aprobación del texto de la nueva ley de autónomos, nos explica cómo va a beneficiar a su actividad diaria y en qué situación se encuentra ahora el colectivo que representa.
¿Qué supone para los autónomos la aprobación del texto de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo?
Es una ley muy concreta y reivindicativa, que soluciona muchas de las demandas que veníamos reclamando los autónomos desde hace muchísimo tiempo, como la posibilidad de cambiar de cotización muchas veces al año, o que se permitan tres altas y tres bajas al año para los autónomos para que sólo paguen por los días que han trabajado, se reducen los recargos para la Seguridad Social del 20% al 10% el primer mes en caso de que la cuota vaya con retraso –es decir, si un autónomo tarda un día en pagar las cotizaciones sociales, por ejemplo le pasa el recibo la Seguridad Social y en ese momento no tiene dinero en la cuenta, le meten automáticamente un 20%, y nosotros considerábamos que era una salvajada-, se devolverá de oficio el exceso de cotización a las personas que estén en pluriactividad sin que sea necesario pedirlo –es decir, hay personas que están en el Régimen General y en el de Autónomos, entonces ese excedente de cotización, para recuperarlo, lo tenían que solicitar a la Seguridad Social, y era una traba-, se amplía la tarifa plana de 50 euros de seis meses a un año… Hay un montón de cosas que son medidas muy concretas y que van al día a día del autónomo.
¿Cuándo está previsto que entre en vigor?
Habrá cosas que entren cuanto antes y otras, como cambiarse la base de cotización o los recargos, que tengan más que ver con Hacienda y con la Seguridad Social, para las que seguramente tengamos que esperar a 2018.
¿Cómo calificas la situación de los autónomos una vez que tengan vigencia todas estas medidas?
Se van a ver fortalecidos. A todos los autónomos esta ley les va a afectar de una manera o de otra. A los que ya por ejemplo puedan cambiarse la base de cotización cuatro veces al año, a las mujeres porque van a ver reducida su cuota después de incorporarse tras la maternidad o al emprendedor porque va a tener un año de tarifa plana a 50 euros. De una manera o de otra, esta ley afecta a los tres millones de autónomos y a los venideros, con lo cual, es un hito legislativo para nosotros.
Y, además, con la satisfacción de que ha sido aprobada por mayoría absoluta en el Congreso, que tal y como está el patio político no es tema baladí, porque es posible que sea la única ley que se apruebe por mayoría absoluta en esta legislatura, me atrevería a decir.
¿Qué asuntos relevantes se han quedado fuera de esta ley?
La reforma de la Ley de Segunda Oportunidad, que hay que darla una vuelta. Y hay que dar una vuelta también a la cotización parcial de los autónomos, es decir, aquellas personas que estén cotizando en los dos regímenes, es evidente que si están ocho horas por el Régimen General, no puedes estar ocho horas por el Régimen de Autónomos. Se ha quedado también fuera el hecho de qué hacemos con esos autónomos que no llegan al Salario Mínimo Interprofesional en lo que ellos perciben, de qué cotización adecuada les ponemos; o también se ha quedado fuera seguir avanzando en la prestación por cese de actividad de los autónomos. Todavía tenemos tareas pendientes y muchas cosas que reivindicar.
El hecho de que la ley se haya aprobado por unanimidad, ¿refleja una mayor preocupación de los partidos políticos por los autónomos y su situación, o los números que deja en el colectivo la crisis son demasiado flagrantes? ¿Hay un poco de quedar bien en los medios o de verdad se preocupan?
Hay un poco de todo. Hay preocupación por los autónomos, y ya por fin después de mucho tiempo, se han dado cuenta nuestros políticos que España es un país de autónomos y pymes, y nos tienen que cuidar como a caballitos de carreras, por así decirlo. Pero luego también es verdad que a ver quién es el político que se opone a unas medidas de tal sentido común. Porque los autónomos votamos también. A ver quién es el guapo que se opone a que los autónomos puedan cambiarse la base de cotización cuatro veces al año, o a la tarifa plana… Son medidas de tal sentido común, que no se entendería que ningún partido se opusiera. Lo que pasa que tal y como está el arco parlamentario nos satisface que haya sido por unanimidad, pero no por el hecho de las medidas, que son todas de sentido común y muy justas con el colectivo.
¿Confiáis desde ATA en recuperar el registro de autónomos previo a la recesión, con el que existe una diferencia de 200.000 respecto a ahora?
Creo que sí. Con el tiempo tenemos que ir recuperando datos, igual que también de afiliación. Espero que sí.
¿Existe un número óptimo de autónomos que tendría que haber en España por la configuración de su mercado laboral?
No. A ver, en España el problema que tenemos es que somos un país de autónomos y pymes, entonces lo bueno sería que esos autónomos crecieran. Que de autónomo pasara a pyme, y que contratara y generara muchos puestos de trabajo, pero no hay un dato óptimo. Por ejemplo en Castilla y León estamos bastante por debajo de los niveles que había antes de la crisis (de 220.000 entonces a 199.000 ahora), nos queda mucho camino por recorrer.
¿La economía colaborativa es un tema que preocupa especialmente a los autónomos, no tanto por lo que supone sino porque hay una falta de regulación al respecto?
Al final, en muchas cuestiones de la economía colaborativa hay como una competencia desleal. Porque tenemos un sistema laboral y fiscal en temas de prevención o de sanidad, muy garantista, y luego la economía colaborativa como es algo nuevo, lo que ocurre en muchas ocasiones como esta es que la legislación va por detrás de la economía y de los usos sociales. Ahora mismo hay incertidumbre, a los autónomos se les exige mucho y hay gente que está como está. Es verdad que la economía colaborativa hay que regularla, tenemos que convivir entre todos. Y desde luego lo que no se puede permitir es que a unos nos exijan todo y otros estén en un limbo legal que parece que aquí no pasa nada.
¿Cómo ayuda a un autónomo poder completar su formación bajo una modalidad online como la de la Isabel I?
Te da libertad. Libertad e independencia. Y no tener que estar con esa espada de Damocles de “tengo que ir a clase no sé cuántas horas este cuatrimestre porque si no, no me dejan presentarme al examen”. El autónomo una de las cosas que añora o persigue es la libertad. Y lo que te da la Universidad Isabel I es ir a tu ritmo, esa flexibilidad y esa libertad que buscamos los autónomos. Yo he hecho varias formaciones online y ahora no me planteo ir a una universidad al uso ni un máster al uso de viernes y sábado. Prefiero hacerlo a mí aire y conectarme a las seis de la mañana o estar toda la tarde del domingo enganchada. Para mí, el futuro es la formación online, y de hecho sólo hay que ver que las universidades tradicionales están sacando cada vez más titulaciones online. Después de que fue tan criticado aquí, lo están sacando porque de esta manera también se enriquece mucho más la propia comunidad educativa, porque puedes estudiar y compartir experiencias con gente de muchos más sitios y de fuera de España, y en segundo lugar porque no te puedes quedar sólo en el mercado español, hay que salir. Y de la única manera que puedes salir, aparte de que vengan estudiantes de fuera, es ofrecer una enseñanza de calidad como la de la Universidad Isabel I, que te permite abrirte a todo el mundo, sobre todo a Latinoamérica, claro.
Esta libertad conlleva asociada una palabra mágica para los autónomos: conciliar.
Por supuesto. Al final la libertad te da un poco eso, buscarte tu tiempo para el trabajo, el ocio, para ti y para tu vida. Si un autónomo quiere continuar una carrera o quiere hacer un máster, sobre todo si estás de cara al público, no puedes cerrar tu negocio para ir todas las mañanas o todas las tardes a la universidad. El tema de la conciliación, la flexibilidad y la libertad horaria que te permite el online, para nuestro colectivo, es una ventaja muy valorada.
¿Cada vez es más imprescindible mantener una formación continua a lo largo de toda la vida profesional?
Para mí es esencial. Has dado con una friki motivada. Yo no acabo de salir de una y me meto en otra. Para mí es fundamental estar en beta constante. Aprender siempre. Porque yo creo que en el momento en que dejas de aprender, te mueres cada día un poco más o te mueres antes, yo lo veo así. Y sobre todo para los autónomos, para los que el mundo va tan rápido, y tenemos que hacer competencia a tantos factores, tenemos tantas amenazas –la economía colaborativa, internet, nuevas formas de negocio, nuevos usos sociales, consumidores mucho más exigentes, mucho más informados que antes, que no te pasan ni una y con los que la calidad, el trato, la atención, la fidelización y, sobre todo, dar ese asesoramiento personal y adecuarse a las necesidades que tiene nuestro cliente es vital para nosotros. Se acabó lo de despachar, que te entren al negocio y te pidan tus servicios. Ahora tienes que salir tú a buscar, y como no estés actualizado, estás muerto.