Webinar

Adolfo López Novas actuó como moderador en el webinar de Sergio Quintero Martín sobre la actualidad de la banalidad del mal de la Universidad Isabel I.

3 de julio de 2024. En el webinar titulado "La actualidad de la banalidad del mal," organizado por la Universidad Isabel I, el profesor Sergio Quintero Martín, doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de la Universidad Isabel I, profundizó en el concepto acuñado por Hannah Arendt durante el juicio contra el nazi Adolf Eichmann, oficial de la SS, principal responsable de coordinar la ejecución de la “solución final de la cuestión judía” de la Alemania nazi. Hannah Arendt, en su papel de corresponsal del New York Times y filósofa, exploró las razones detrás del genocidio nazi y desarrolló una teoría sobre el mal que sigue siendo relevante hoy en día.

Hannah Arendt utilizó el término "banalidad del mal" para describir cómo individuos comunes pueden cometer atrocidades bajo un régimen totalitario, simplemente cumpliendo órdenes, sin reflexionar sobre sus actos. Arendt ya era experta en este tema tras la publicación de su obra "Los orígenes del totalitarismo".

"La existencia de un mal cometido por sujetos sin motivos ni convicciones puede acarrear terribles y profundas consecuencias", explicó el profesor Quintero Martín. Este análisis subraya una lección crucial: nadie es inmune al mal, y cualquiera podría convertirse en un Eichmann. Este pensamiento es alarmante y pone de manifiesto cómo la posibilidad del mal sigue presente en nuestra vida cotidiana.

Quintero Martín destacó que Arendt mostró cómo "los males más extremos podían cometerse por las personas más superfluas, dentro de una estructura de deshumanización que anula la capacidad de pensar por uno mismo." Según Arendt, en una sociedad democrática y diversa, es vital que los ciudadanos ejerzan un juicio moral constante y consciente; abdicar esta responsabilidad puede llevar a desastres morales y sociales.

El profesor Quintero Martín explicó cómo Hannah Arendt describió a Eichmann, como una persona irreflexiva, retratándolo incluso como un bufón, ridiculizando a los perpetradores y no a las víctimas. La escritora trató de devolver la humanidad a los deshumanizados y a los endiosados, que el totalitarismo ha arrancado a la sociedad. El mal más radical puede ser cometido por la persona más irreflexiva. Y el mal banal, es producto de un sistema, no puede provenir de fuentes convencionales, pero tampoco de lo más macabro, sino de personajes irreflexivos que no son capaces de entender el alcance de las consecuencias que tienen sus actos de firmar y sellar. Así, la banalidad del mal describe hechos monstruosos que fueron perpetrados por personas burocráticas, débiles y anónimas tales como los altos funcionarios nazis.

Nadie es inmune a la idea del mal radical, cualquier persona podría ser un Eichmann, y esto es terrible. El mal extremo proviene en la época de Arendt de un proceso de deshumanización.

Reflexión Contemporánea

El webinar también exploró la relevancia del concepto de la "banalidad del mal" en la era de la tecnología y las redes sociales. Hoy en día, la deshumanización y la violencia se han normalizado, en parte, debido a la influencia de las redes sociales que difunden mensajes y acciones violentas. Este entorno digital puede transformar a las personas en seres banales y carentes de juicio, primando la unidad sobre la pluralidad.

Vivimos en un mundo post-totalitario, donde la respuesta bélica al totalitarismo no ha eliminado sus raíces. La deshumanización actual genera una nueva tolerancia a la violencia, lo que algunos autores denominan el "síndrome totalitario". Este fenómeno impide el desarrollo de un pensamiento crítico y un sentido de comunidad, aspectos que Arendt consideraba esenciales para prevenir la banalización del mal.

El miedo a la exclusión y el miedo al sinsentido desarticulan gradualmente en suelo común de la diversidad política por la que abogó en su momento Hannah Arendt. Hay un reforzamiento de la violencia estructural y policial hacia minorías étnicas o la diversidad de cualquier índole, ya sea política, ideológica, social, etcétera.

El análisis arendtiano se completa con el papel decisivo que hoy en día tienen las redes sociales están teniendo en la difusión de mensajes y acciones violentas. Estas redes pueden llegar a convertir a las personas en seres banales, superfluos y carentes de juicio, donde se prima la unidad sobre la pluralidad, el uso de la violencia y la marginalidad de la no pertenencia.

El profesor Quintero Martín concluyó que, al igual que Arendt describió a Eichmann como irreflexivo y burocrático, hoy debemos estar atentos a cómo la tecnología y las redes sociales pueden perpetuar esta irreflexión y deshumanización. La responsabilidad individual en el ejercicio del juicio moral es crucial para evitar que el mal, en su forma más banal, se apodere de nuestras sociedades.

Sigue el webinar completo en el siguiente enlace.