Benito Pérez González - Lun, 13/06/2016 - 11:22
Fútbol.
Hace ahora dos años, escribía en las páginas del diario Marca el artículo «Atlético, títulos y dinero». Entonces el Atlético afrontaba la última semana de preparación de la final de la Champions League y acababa de ganar la Liga. Sinceramente, no pensé que el Atlético volvería tan pronto a disputar la final del más prestigioso torneo de clubes del mundo.
No lo pensé porque los economistas vivimos en cierto modo sesgados por los números. Los factores de producción –en el caso del fútbol: jugadores, cuerpo técnico, estadio, instalaciones, valor de marca o seguidores– son los que limitan los rendimientos. Por eso, el famoso alegato de Simeone («Nosotros debemos compararnos con Sevilla y Valencia») era percibido por muchos economistas del deporte, entre los que me encuentro, como una muestra más de racionalidad que de falsa modestia. En el medio plazo, una entidad con más o mejores factores de producción debería obtener mejores rendimientos que una que no contase con ese potencial. El Atlético de Madrid se ha encargado de incumplir esa ley. En 2014, podría parecer un incumplimiento en el corto plazo, del que el resto de competidores tomarían nota para optimizar el rendimiento de sus recursos; pero 2015 y 2016 han consolidado al Atlético en la élite del fútbol europeo, con unos ingresos modestos si los comparamos con los de los primeros clubes del ranking económico.
Cada mes de febrero el informe Football Money League, de la consultora Deloitte, establece un ranking de los 20 clubes europeos con mayores ingresos al cierre del ejercicio de junio del año anterior. Dicho informe desglosa, además, los ingresos por su procedencia: Match Day –ingresos de taquilla, abonos y explotación del estadio–, Broadcasting –derechos de televisión– y Commercial –comercial y marketing–.
Los ingresos del Atlético de Madrid para el último ejercicio cerrado alcanzan los 187,1 millones de euros, consiguiendo con ellos la 15ª posición en el informe Deloitte. En base a esos ingresos, la posición natural del Atlético sería superar la fase de grupos de la Champions y así estar entre los 16 mejores equipos de Europa de la temporada.
Para evaluar la eficiencia en la gestión económica de esos recursos, existen muchos indicadores posibles, tanto cuantitativos como cualitativos, pero consideramos que uno de los más importantes y objetivos es el Ranking de coeficientes de clubes de la UEFA, que el máximo organismo del fútbol europeo obtiene baremando los resultados de las cinco temporadas anteriores de la Champions League y de la Europa League.
Posición en el ranking UEFA 2015 de los 20 equipos con mayores ingresos en el informe Football Money League de Deloitte
El actual ranking de la UEFA sitúa al Atlético de Madrid en 4º lugar, once puestos por encima de la posición que alcanza en el de ingresos que veíamos más arriba.
Mientras que Real Madrid, Barcelona o Bayern necesitan alrededor de 3.000 euros para conseguir un punto en el ranking UEFA, el Atlético solo necesita 1.308. Dicho de otra manera, el Atlético ha conseguido 764 puntos por cada euro ingresado frente a los 303, 344 y 283 de Real Madrid, Bayern o Barcelona. La diferencia es aún mayor con otros equipos europeos. Por ejemplo, el PSG ha conseguido 233 puntos por cada euro ingresado. En definitiva, ningún club del TOP 20 de Deloitte se acerca al rendimiento de los rojiblancos. Lo podemos ver de manera gráfica obteniendo la recta de regresión lineal –o línea de tendencia– en la que el Atlético destaca notablemente, convirtiéndose en lo que en economía se denomina con el anglicismo outlier –fuera de la serie–.
Recta de regresión lineal (línea de tendencia) de los puntos UEFA por cada € ingresado
El éxito se explica por la superación de expectativas que el club colchonero ha venido consiguiendo en los cinco últimos años. De hecho, antes de lograr llegar a la final de 2014, venía de ganar, en 2012, la Europa League y la Supercopa de Europa.
2016 ha confirmado esta excelente trayectoria. En su recorrido desde cuartos hasta la final de la actual Champions, se ha enfrentado consecutivamente al 2º equipo con mayores ingresos, FC Barcelona con 560,8 millones de ingresos –3 veces más que el Atlético–, al 5º, Bayern de Múnich con 474 millones –2,6 veces los del Atlético–, y al Real Madrid, 1º en el ranking de Deloitte, con 577 millones –3,1 superiores a su rival en la final–.
El Atlético no ha ganado en Milán, aunque estuvo cerca. Es cierto que con el tiempo nadie se acuerda de quien queda segundo, pero los colchoneros han revalidado su posicionamiento como uno de los grandes de Europa en lo futbolístico, y como el líder absoluto en eficiencia en la gestión de sus factores de producción. La propia manera de perder, con componentes de épica y de tragedia, también puede contribuir a que la marca Atlético de Madrid se consolide en la mente de los consumidores como la de un equipo retador, dinámico y pujante; algo que puede aumentar la simpatía y el interés de los aficionados y patrocinadores de todo el mundo. Instalado en este «círculo virtuoso», el Atlético tiene muchas posibilidades de seguir creciendo económicamente para poder hacer frente a sus rivales, que seguirán también reforzándose, especialmente en el caso de los equipos ingleses, que obtendrán más de 130 millones de euros anuales solo en concepto de derechos de televisión de la Premier League.
Si atendemos estrictamente a las finanzas, será difícil que el Atlético vuelva a jugar una final de Champions, pero ahora es más fácil que hace dos años, y dentro de un año será más fácil que hoy, y aún será más factible dentro de dos, con un nuevo estadio que mejore los ingresos de taquilla, abonos y explotación comercial de esas nuevas instalaciones; así que ¿por qué dejar de creer?
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