Bernardo Rodríguez - Jue, 31/10/2019 - 13:10
La predisposición de la población activa indica que la vida laboral tiene una progresión ascendente y que el grupo de edad de jubilación está aumentando, según lo establecido en la reforma de las pensiones de 2013.
Estudios realizados por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, indican que para el 2030 se espera que los trabajadores de 55 a 65 años representen al menos el 30% de la población activa total en muchos países de la comunidad, siendo los problemas cardiovasculares, dolores musculoesqueléticos, problemas de visión y audición; perdida de estabilidad; insomnio, ansiedad, depresión los más frecuentes.
Para controlarlo, desde la vigilancia de la salud, se trabaja con protocolos específicos según la actividad y puesto que el trabajador desarrolle en la empresa. Los protocolos incorporan el factor edad, el de género, los tiempos de exposición... que se tendrán en cuenta también en los estudios epidemiológicos.
Desde el punto de vista de la gestión preventiva, el reto quizá está en “mantener una gestión práctica”, incorporando el factor edad en la gestión preventiva, adaptando la Evaluación de Riesgos a la realidad de la empresa.
Nuestra obligación como técnicos es velar por la promoción de la salud, con el objetivo de que los trabajadores lleguemos en buen estado de salud, teniendo en cuenta que es la implicación de todos los participantes lo que hace que se tenga éxito. El técnico de prevención detectando las situaciones de riesgo y proponiendo medidas preventivas, el médico vigilando por la salud del trabajador, haciendo reconocimientos médicos específicos de forma periódica; la empresa adoptando las medidas necesarias para la integración del puesto en la organización como pieza más de un engranaje perfecto; y por supuesto del propio trabajador, concienciándose de la fuerza de la prevención y acompañándola de una vida sana también fuera del trabajo.
Algunas de las medidas que se pueden plantear, podrían ser las de :
- Incluir en las políticas preventivas y el plan de prevención, de forma global la “gestión de la edad”.
- Analizar cómo adaptar los puestos de trabajo
- Rediseño del trabajo (no solo el puesto de trabajo)
- Cambio de trabajo
- Incorporación tecnológica
- Promoción y prevención de la salud
Con este objetivo, en cualquier empresa sin importar tamaño o actividad, se hace necesario tomar conciencia de esta realidad y a partir de ahí gestionar desde la previsión y la prevención, por lo tanto es algo que debemos pensar en ponernos “manos a la obra” para prevenir los problemas de un futuro no muy lejano.
Editor: 31/10/2019 Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN 2695-284
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