Día Mundial de la Televisión

La final del Mundial de Sudáfrica de 2010, en la que España ganó su primer y único título planetario, fue uno de los eventos más vistos por televisión de la historia del país. | By Anthony Stanley [CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons

En 1996 la ONU declaró el 21 de noviembre como el Día Mundial de la Televisión, ese entretenido electrodoméstico que en los últimos 60 años ha cambiado los hábitos de vida de las personas y, por tanto, de la sociedad, y cuyo nombre fue acuñado en la Expo de París de 1900 por el ruso Constantin Perskyi. Actualmente, con la llegada de internet y de las redes sociales se han diversificado, y de qué manera, los medios de comunicación audiovisuales de masas.

La televisión no fue inventada por un solo individuo, ni por un grupo de trabajo, su creación es mérito del esfuerzo, el talento y la competencia de un buen número de científicos, ingenieros y empresas, desde las ondas electromágneticas del escocés James C. Maxwell, el disco del alemán Paul Nipkov, los elementos mecánicos de los franceses Rionoux y Fournier, los avances de los rusos Boris Rosing y Vladimir Zvorykin, las lentes de Vichert, los tubos de rayos catódicos de los germanos Braun y Holweck, el desarrollo de la electrónica del estadounidense Philo T. Farnsworth o del italiano Guillermo Marconi, o la inspiración del mexicano Guillermo G. Camarena. Ellos y otros genios de su talla, quizá menos reconocidos por la historia, fueron los inventores de la televisión.

El desarrollo a nivel industrial de la televisión se produjo después de la II Guerra Mundial, aunque ya la BBC en Reino Unido o la CBS y la NBC en Estados Unidos habían desarrollado sus propios sistemas de trasmisión de imágenes en movimiento, si bien con evidentes problemas técnicos, de calidad y sin llegar al gran público. Es en las décadas de los 60 y 70 cuando la televisión empieza a llegar a la inmensa mayoría de los hogares del mundo desarrollado. Ahora, en el siglo XXI, es el momento de la alta definición, de la digitalización, de la televisión de pago, a la carta o de las pantallas multifunción, táctiles... Y lo que queda por venir.

Desde que existen los audímetros (años 80), es posible saber aproximadamente cuantas personas siguen un programa de televisión concreto. Cuando en España sólo había dos canales, podían ver determinados espacios más de 12 millones de personas. Ahora podemos saber que en España se disputan el programa más visto de la historia, según las distintas versiones que se pueden consultar, la final de la Copa del Mundo de Sudáfrica (2010), la final de Operación Triunfo de Bisbal, Rosa, Bustamante y cía. (2002), o el capítulo final de la serie Farmacia de Guardia (1995), todos con picos superiores a los 10 millones de espectadores, aunque la mayoría de los expertos se inclinan por la serie de Antena 3 del gran Antonio Mercero, que dicen llegó a los 11,5 millones su último día en pantalla. Además de los citados, entre el top de los programas más vistos en la historia de la TV en España, con entre 7,5 y 8,5 millones de telespectadores, figuran algunas de las finales de la Champions League, las series Hostal Royal Manzanares, con Lina Morgan, y Médico de Familia, con Emilio Aragón, o la edición del año 2000 del reality Gran Hermano.

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, es considerada una de las retransmisiones más seguidas a nivel mundial desde que hay audiencias televisivas. | By 东林 (http://cc.nphoto.net/view/2008/11911.shtml) [CC BY 2.5 cn (http://creativecommons.org/licenses/by/2.5/cn/deed.en)], via Wikimedia Commons

A nivel internacional, los estudiosos de las audiencias dicen que el programa más visto de la historia fue la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín (2008), con más de 3.000 millones de espectadores, casi un tercio sólo chinos, aunque hay quien defiende que el funeral de Lady Di (1997) superó la citada cifra. Otras emisiones millonarias que han cosechado éxitos de audiencia han sido el homenaje póstumo a Michael Jackson (2009), más de 2.000 millones,  o el rescate de los 33 mineros chilenos que permanecieron 70 días encerrados a cientos de metros de profundidad en la Mina San José, con casi 1.000 millones. Sin embargo, hay dos acontecimientos anteriores a los audímetros que estarían, sin duda alguna, en los primeros puestos si en su tiempo hubiera habido más televisores en los hogares y hubieran existido los citados audímetros: La llegada del hombre a la luna (1969) o el famoso concierto de Elvis Presley en Honolulu (1973).

El 20 de julio de 1969 el hombre pisó la Luna. Por aquel entonces no había audímetros y el número de televisores era aún escaso, motivos por los que no figura entre los primeros puestos de mayor audiencia de la televisión.

La televisión, querida y vilipendiada a partes iguales, con grandes contenidos y enormes programas de calidad y también con basura, demasiada basura, celebra hoy su día. En los tiempos que corren hay muchas, muchísimas, personas que no podrían vivir sin la televisión, pero también hay quienes ni si quiera la miran o que nunca han tenido una en su casa. Como diría el guionista y director de cine Jaime de Armiñán: “La televisión no es culpable de nada, es un espejo en el que nos miramos todos y al mirarnos, nos reflejamos”. Menos condescendiente con ella fue el director y productor de cine italiano Vittorio de Sica: “La televisión es el único somnífero que se toma por los ojos”. Decida usted mismo.