Esther García Andrés. - Vie, 20/11/2020 - 10:00
Hoy, 20 de noviembre, se celebra el Día Universal del Niño. Este día sirve como recordatorio a la ciudadanía de la importancia de asegurar el bienestar de todos los niños y niñas del mundo.
Se celebra coincidiendo con el aniversario en el que Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Este último es un tratado internacional que obliga a los países que la han firmado a ser cumplido. A día de hoy, ha sido firmado por todos los países del mundo a excepción de Estados Unidos.
En la Convención de los Derechos del Niño, formada por 54 artículos, se recogen derechos sociales, económicos, civiles, culturales y políticos. Estos derechos se pueden agrupar en tres categorías (UNICEF, 2017):
- Los derechos de provisión, que garantizan la supervivencia y el pleno desarrollo infantil; como el derecho a la educación.
- Los derechos de protección ante aquellas situaciones que vulneran el desarrollo integral del niño o de la niña.
- Los derechos de participación, que fomentan el derecho a que expresen su opinión y a que esta sea tenida en cuenta. En definitiva, este derecho les configura como ciudadanos.
A su vez, la Convención se complementa con tres protocolos: la venta de niños y prostitución infantil, la participación infantil en conflictos armados y la comunicación para presentar denuncias en el Comité de los Derechos del Niño.
Es importante tener presentes estos derechos para poder garantizar como sociedad el cumplimiento de los mismos. En especial, estos derechos deben ser conocidos y puestos en práctica por aquellos colectivos que se ocupan directamente de la infancia, como por ejemplo los padres o los docentes. Ellos tienen en su mano la mejor herramienta con la que contamos: su educación.
La infancia es el colectivo más vulnerable y, por tanto, el que está más expuesto ante cualquier adversidad, como ocurre con la crisis sanitaria en la que nos encontramos. En este sentido, la educación puede actuar como un factor protector que asegure el desarrollo, la seguridad y el bienestar infantil. Educar ciudadanos críticos que actúen y piensen por sí mismos puede ser la clave para construir un mundo más justo, más humano y más sostenible.
Muchos piensan que los gobiernos son los únicos responsables de garantizar ese bienestar infantil. Es cierto que tienen una parte importante de responsabilidad en este asunto. Sin embargo, si multiplicamos las pequeñas aportaciones que podemos hacer cada uno, por todas las personas que están dispuestas a ayudar a la infancia, podemos llegar a conseguir grandes cambios. Ojalá llegue el día en el que no necesitemos celebrar este día. ¿Y tú qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo?
Referencias:
UNICEF (2017) Los derechos de la infancia y la ciudadanía global en las facultades de educación. Propuesta formativa para las titulaciones en educación. https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/comunicacion/unicef-educa-Derechos-infancia-y-ciudadania-global-en-facultades-educacion.pdf
UNICEF (s.f.) Día Universal del Niño. https://www.unicef.es/causas/derechos-ninos/dia-internacional-nino
Añadir nuevo comentario